HASTA AHORA TODO LO EXPUESTO en el juicio a O.J. Simpson era, como diría Perry Mason, simple evidencia circunstancial. No había un testigo ocular. No había un arma incriminatoria. En otras palabras, había la sospecha pero no la prueba. Ahora, por cuenta de los avances de la ciencia, la fiscalía ha encontrado una prueba irrefutable que vincula al juzador con los asesinatos de Nicole Brown y Ronald Goldman. La evidencia es contundente, y puede explicarse por dos gotas de sangre. Una, descubierta en la reja de la entrada del condominio de Nicole, el lugar del crimen. Y la otra, encontrada en una media que la policía halló en la residencia del futbolista cuando fue allanada después de su arresto. La prueba de ADN (ácido desoxirribonucleico) a la gota de sangre hallada en el lugar del asesinato ha demostrado que Simpson estuvo en el lugar de los hechos. Según la doctora Robin Cotton -una de las mayores autoridades en genética y testigo de la fiscalía- la probabilidad de que la sangre analizada no sea de O.J. Simpson sino de otro hombre es de una entre 170 millones. Los resultados de esta prueba matemáticamente condenan al astro del fútbol. Si se tiene en cuenta que la población de Estados Unidos es de 250 millones de personas, para que otro individuo con esas características genéticas haya cometido el crimen tendría que vivir en otro país. Pero si las estadísticas sobre la sangre de O.J. Simpson son contundentes, mucho más lo son las de la sangre encontrada en su media. La prueba de ADN la ha identificado en forma incontrovertible, por dos laboratorios diferentes, como sangre de Nicole. Y las posibilidades matemáticas de que se encuentre un ADN igual es de una en 9.700 millones de personas. Como la población mundial asciende a 5.500 millones, para que esta sangre fuera de alguien diferente a la ex esposa del jugador, ésta tendría que ser de otro planeta. El 'rastro de la sangre' es la expresión que ha sido utilizada por la fiscalía para demostrar la culpabilidad de Simpson. Como se recuerda, cuando el jugador fue interrogado por la policía el día del asesinato, tenía una cortada profunda en un dedo de la mano izquierda. En ese momento Simpson afirmó que la herida obedecía a que se le había roto accidentalmente una copa de vidrio la noche anterior. Las autoridades nunca le creyeron esta versión, y la prueba de ADN demostró que tenían razón. Con su sangre presente en la reja de la casa de Nicole, la conclusión es que Simpson se cortó con el cuchillo con el que asesinó a sus víctimas. En cuanto a la sangre de Nicole en la media, fue aparentemente el único error que Simpson cometió ese día. Ni el arma del crimen, ni una prenda ensangrentada aparecieron en la requisa de su casa. Pero, seguramente, al deshacerse de la ropa que tenía puesta cuando cometió el delito, no se dio cuenta que de los litros de sangre que rodaron esa noche, una gota había quedado en su media y que, con la tecnología moderna, esa gota era suficiente para condenarlo. Pero como si esto fuera poco, además de la sangre en la reja y en la media, se hallaron también muestras de sangre en el famoso guante que apareció en la casa de Simpson, y que es compañero de otro hallado en la escena del crimen. El guante no sólo tiene rastros de sangre de Simpson y de Nicole sino también de la otra víctima, Ronald Goldman. LA GOTA FRIAEl juicio por asesinato al ex astro del fútbol norteamericano entra en su fase crucial. El juez y el jurado conocen evidencia científica que demuestra que O.J. Simpson estuvo en la escena del crimen. Finalmente , la ciencia ha puesto su grano de arena a través de una prueba que parece reunir las piezas de este rompecabezas. Aunque desde el día en que se conoció la noticia del asesinato para el resto del mundo parece claro que se trata de un crimen pasional, para la fiscalía no ha sido fácil demostrar que hubo un motivo y una oportunidad. Los abogados Marcia Clark y Christofer Darden tuvieron que sentar a 39 personas en el estrado para sugerir que Simpson era un hombre celoso y violento. También tuvieron que mostrarle al jurado, a través de una reconstrucción minuciosa de los movimientos de Simpson la noche del crimen, que el jugador tuvo la oportunidad para hacerlo. La defensa contraatacó con la tesis de que Simpson estába siendo víctima de una incriminación fraguada por la propia policía. Para ello llevó testigos que sugirieron actitudes racistas en el detective Mark Fuhrman, quien fue el que encontró el guante ensangrentado detrás de la casa de Simpson y también el primero en ver la mancha de sangre en el Bronco del jugador, evidencia que puso a Simpson en el banquillo de los acusados. Pero si la evidencia de las pruebas de ADN que relacionan al ex héroe futbolista a la escena del crimen es irrefutable, la suerte de Simpson aún no está echada. En lo único que la fiscalía y la defensa parecen estar de acuerdo es en que sin un testigo ocular, una confesión, un arma o huellas dactilares las pruebas científicas de DNA son probablemente la evidencia más contundente que hasta el momento ha sido presentada. Sin embargo, la defensa ha enfilado todas sus baterías para invalidar la evidencia ante el jurado. No sólo han sugerido que hubo contaminación en el procedimiento de la recolección de las muestras de sangre, e incluso una abierta adulteración en el laboratorio. Pero además han dicho que para incriminar a Simpson, por cuestiones racistas, la policía colocó sangre de Nicole en la media de Simpson. La verdad es que en los últimos años las pruebas de ADN han sido presentadas como evidencia en más de 20.000 procesos judiciales en Estados Unidos. Y muchas personas han sido juzgadas e incluso condenadas con menos pruebas científicas. Pero hay que tener en cuenta que en medio de todo este complejo debate de argumentos científicos se encuentra un jurado conformado por personas que, en su mayoría, escasamente terminaron sus estudios secundarios y para quien es evaluar las complicadas explicaciones técnicas sobre las pruebas de ADN puede resultar una empresa descomunal. Y sólo hasta el día del veredicto final se sabrá si el enorme esfuerzo hecho por la doctora Robin Cotton y otros expertos en genética citados por la fiscalía para explicar en términos sencillos y comprensibles el intrincado procedimiento de las pruebas de ADN, logró convencer al jurado de la culpabilidad de Simpson. La ciencia lo condenaESTA FOTOGRAFIA, tomada del monitor de la corte, muestra la franja de patrones de ADN en la muestra de sangre tomada de la media de O.J. Simpson, encontrada en su alcoba después del crimen. Las flechas rosadas señalan las similitudes halladas en la prueba dé ADN entre las gotas de sangre existentes en la media del jugador y una muestra de sangre tomada a la víctima, Nicole Brown. Esta ha sido la prueba que ha implicado al astro del fútbol con el asesinato de su ex esposa, al demostrarse científicamente que Simpson estuvo en el lugar del crimen. El ADN (ácido desoxirribonucleico) es el código maestro de construcción para todo el material genético y se encuentra virtualmente en todas las células. Las características varían de persona a persona y forman una 'huella dactilar genética' individual y definible. Aunque hace sólo nueve años esta prueba fue introducida en las cortes de Estados Unidos, el peso de esta evidencia ha sido decisivo en muchos casos de homicidio, violación y paternidad, tanto para condenar como para exonerar a los acusados.