La zona del contorno de los ojos tiene una piel mucho más delicada y fina que otras áreas del cuerpo, lo cual la vuelve más propensa a dañarse con facilidad.

Si bien, la piel de los párpados, en específico, es más delgada que la de otras áreas del rostro y aunque es normal que tienda a perder elasticidad con la edad, algunas veces el rostro desarrolla arrugas prematuras debido a las agresiones que sufre en el ambiente, como la exposición al sol, las toxinas y la falta de cuidados en la rutina de belleza, según el portal Mejor con Salud.

En concreto, el extremo del párpado superior puede llegar más abajo de lo que debería (ptosis) o puede haber un exceso de piel abolsado en el párpado superior (dermatocalasia). Por eso, suelen ser una combinación de ambas afecciones, según el portal especializado en salud, MedlinePlus.

Cabe resaltar que también pueden presentar alteraciones por cuestiones genéticas o por el consumo excesivo de alcohol y tabaco.

La avena es uno de los cereales más completos que existen. | Foto: Getty Images

El magacín Mundo Depotivo, en su sección de belleza y salud, señala que también es común que lo padezcan personas con dicho músculo poco desarrollado, es decir, el tendón que aguanta la posición del párpado sufre una desinserción que impide llevar a cabo su cometido de aguantar el párpado.

Afortunadamente, existen remedios naturales que, por sus propiedades antiinflamatorias previenen la flacidez de los tejidos, brindándoles una buena dosis de nutrientes para evitar el envejecimiento prematuro de la piel:

Mascarilla de avena, huevo y miel

Los ingredientes contienen vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales que ayudan a prevenir la piel flácida y caída. Su absorción disminuye la pérdida de elastina en los párpados y, de paso, brinda un efecto reafirmante y rejuvenecedor.

Ingredientes

  • Una cucharada de harina de avena (10 g).
  • Dos cucharadas de miel (50 g).
  • Una yema de huevo.

Preparación

  • Incorporar la harina de avena en un recipiente y mezclar con la miel y la yema de huevo.
  • Frotar el tratamiento sobre los párpados y, si se desea, aplicar la mezcla restante por todo el rostro.
  • Dejar actuar 30 minutos y enjuagar con agua fría.
  • Repetir su uso dos o tres veces a la semana.

Mascarilla de manzanilla y pepino

Las propiedades antiinflamatorias y reafirmantes de los dos ingredientes se unen en un tónico natural que, además de reducir los párpados caídos, combate las bolsas y ojeras que afectan el contorno de los ojos.

Ingredientes

  • Dos cucharadas de flores de manzanilla (20 g).
  • Una taza de agua (250 ml).
  • Medio pepino.

Preparación

  • Verter las flores de manzanilla en una taza de agua hirviendo y dejar reposar hasta que enfríe.
  • Cuando esté lista, colar la infusión y batir en la licuadora con medio pepino.
  • Introducir el tratamiento en el refrigerador y dejar dos o tres horas.
  • Aplicar el tónico sobre los párpados y por todo el contorno de los ojos.
  • Dejar actuar 30 minutos y enjuagar con agua fría.
  • Repetir su uso dos veces al día, en la mañana y antes de dormir.

Mascarilla de aloe vera y aguacate

Por sus propiedades rejuvenecedoras, hidratantes y tonificantes, el gel de aloe vera es un gran aliado para levantar los párpados caídos y arrugados.

Ingredientes

  • 3 cucharadas de gel de aloe vera (45 g).
  • 2 cucharadas de aceite de aguacate (30 g).

Preparación

  • Verter el gel de aloe vera en un recipiente y mezclar con el aceite de aguacate.

Modo de uso

  • Extender el tratamiento sobre los párpados y dejar actuar 30 minutos.
  • Después, enjuagar con agua fría y repetir su uso tres veces a la semana.

Mascarilla de manzana y miel

Por su significativo aporte de antioxidantes, agua y fibras naturales, esta mascarilla es un remedio efectivo para retrasar la pérdida de firmeza que afecta la belleza de los párpados.

Ingredientes

  • Una manzana.
  • Dos cucharadas de miel (50 g).

Preparación

  • Cortar la manzana en varios trozos y procesar en la licuadora hasta obtener un puré espeso.
  • Tras obtener la textura deseada, mezclar con las cucharadas de miel.
  • Frotar la mascarilla sobre la zona de los párpados y dejar actuar de 20 a 30 minutos.
  • Después, enjuagar con agua fría y repetir su uso, por lo menos, tres veces a la semana.