El sistema circulatorio está compuesto de una “red de vasos sanguíneos” alrededor del cuerpo en los que se encuentran las arterias, las venas y los capilares, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.

Muchos pueden ser los problemas vasculares que afectan el flujo sanguíneo, por lo que la institución americana enumera algunos de ellos, en los que se encuentran:

  • Várices: la Clínica Mayo, describe estas venas como “agrandadas” y “retorcidas” que -en algunos casos- aparecen por estar de pie por un tiempo prolongado. En algunas personas las varices provocan dolores e hinchazones en la zona; para otras, estos signos pasan desapercibidos.
  • ACV: por su parte, MedlinePlus, explica que los accidentes cerebrovasculares se deben a que una parte del cerebro deja de recibir sangre, por lo que las células se mueren.
  • Vasculitis: es la inflamación de los vasos sanguíneos.
  • Aneurisma: es el engrosamiento de una arteria, ya que los vasos se encuentran debilitados, asegura la entidad americana.
  • Arterioesclerosis: se debe a la acumulación de grasa que se adhiere en las paredes de las arterias impidiendo el flujo de sangre.
Expertos de la Clínica Mayo, organización sin ánimo de lucro, destacan que una presión arterial normal es cuando no supera 120/80 mm. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

Es entonces que los anteriores problemas de salud se encuentran relacionados por otras afecciones como la presión arterial alta o colesterol elevado. Asimismo, por lesiones y factores genéticos.

Es importante mencionar que quienes tiene malos hábitos de alimentación -dietas ricas en grasas no saludables como las saturadas o trans-; además del consumo de alimentos con azúcares añadidos o un consumo alto en sal pueden prever una afectación en su sistema circulatorio.

A lo anterior se suman la falta de ejercicio que no solo afecta el cuerpo sino la mente, por lo que es indispensable adoptarlo como hábito para contrarrestar cualquier tipo de afección.

Entre tanto, la obesidad es un aspecto que cada vez afecta no solo a adultos sino a los niños, desfavoreciendo su calidad de vida, por lo que las instituciones de salud instan cada vez más en mantener una dieta balanceada.

No se puede desvalorizar que el consumo de alcohol y de cigarrillo también son hábitos no saludables que perjudican la salud del cuerpo.

El té verde es rico en compuestos fenólicos, catequinas, flavonoides y cafeína. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

El té verde ayuda a mejorar la circulación

Esta bebida cada vez toma más fuerza por las propiedades antioxidantes que la destacan, por lo que en muchos casos es incluida en una dieta balanceada. Los beneficios que le aporta al cuerpo, son:

  • La pérdida de peso: Tua Saúde explica que el consumo de té verde favorece el metabolismo, por lo que se puede concluir que también en la quema de calorías. Sin embargo, la opinión de un especialista siempre debe ser relevante.
  • Regular el colesterol: la Clínica Mayo describe esta afección como “una sustancia cerosa” que se acumula en las paredes de las los vasos sanguíneos y luego en las arterias, provocando un taponamiento que impide el flujo de sangre, por lo que el té al tener compuestos con características antioxidantes que se destacan por eliminar los radicales libres que deterioran las células del cuerpo.
  • Regular la presión arterial: tal y como se indicó, uno de los problemas circulatorios que más se evidencian es la presiona arterial. Pero el consumo de té, al tener catequinas, permite la relajación de los vasos sanguíneos facilitando el flujo de sangre.
  • Resistencia: siendo la cafeína uno de sus compuestos, el té verde es una bebida que se usa para mejorar la resistencia física tras actividades arduas de ejercicio, y según el sitio web, colabora en el gasto energético.

Para preparar té verde se debe:

  1. Hervir una taza de agua;
  1. luego de su ebullición agregar el té.
  1. Apagar y dejar reposar, para luego consumir.

Es entonces que esta bebida tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e hipoglucémicos que contrarrestan enfermedades circulatorias, lo que significa que reducen algunos síntomas o probabilidades de riesgo más no las elimina.