Sufrir de dolor de rodilla es una de las dolencias más comunes que padecen las personas, sin importar si son jóvenes o ya de edad. Algunos de ellos se producen por movimientos bruscos o lesiones durante la práctica de algún tipo de actividad física, sin embargo, el sedentarismo también puede afectar la buena salud de estas articulaciones.
Por ser una de las partes del cuerpo que requiere mayor movilidad, son propensas a diversas lesiones y condiciones como la sobrecarga muscular, la artrosis, lesiones en el ligamento cruzado anterior, fracturas, tendinitis rotuliana y bursitis.
Algunas medidas para disminuir el dolor de rodilla
Ante cualquier síntoma de molestia en estas articulaciones, lo mejor es comenzar a tomar ciertas medidas que ayudarán a aliviar los dolores y a que se agraven las lesiones.
De acuerdo al portal medlineplus.org, estas son algunas recomendaciones que no hay que dejar pasar por alto:
- Descanse y evite las actividades que causen el dolor.
- Cuando se presente el dolor, lo recomendable es aplicar hielo. Primero, cada hora, durante 15 minutos, y después del primer día, unas cuatro veces. El hielo no se debe aplicar directamente, sino a través de una toalla, para que no se vaya a quemar la piel.
- Mantenga la rodilla elevada en la medida de lo posible para reducir la hinchazón.
- Duerma con una almohada por debajo o entre las rodillas.
- Evite correr cuesta abajo: en lugar de eso baje caminando.
- Monte en bicicleta.
- Corra sobre una superficie lisa y suave en lugar de hacerlo en el cemento o pavimento.
- Mantenga su peso ideal o baje si ve que se ha subido unos cuantos kilitos.
- Verifique que sus zapatos para correr sean los adecuados. No se fije en la estética, sino en las condiciones que tiene para poder protegerlo en la medida que realiza un ejercicio.
Instrucciones para realizar el Dragon Squat
Este es uno de los ejercicios recomendados por el portal la vidalucida.com para fortalecer las rodillas y evitar futuros dolores.
- Posición inicial: cruce una pierna detrás de la otra lo más lejos posible, manteniendo el equilibrio durante todo el movimiento. Tras cruzar la pierna, baje lentamente, controlando el movimiento para evitar tensión innecesaria en la rodilla.
- Posición de manos y pies: coloque sus manos en posición de jarra. El pie de la pierna delantera debe estar en pronación, mientras que la cadera de la pierna cruzada debe estar en aducción. Una vez en esta posición, sosténgase en esa posición por cortos periodos de tiempo. A medida que tiene más práctica, podrá aumentar la duración de esta actividad.