El alzhéimer y los problemas mentales y de memoria en general son una condición que despierta preocupación conforme avanzan los años, y la fórmula o secreto para prevenirlos es cada vez más codiciada.
En ese sentido, expertos advierten que, dentro del panorama de medidas que es necesario adoptar desde edades tempranas para proyectar una mejor edad adulta y vejez, se encuentra la adopción de hábitos de ejercicio que permitan no solo contar con una buena salud física, sino también mental.
En ese sentido, el ejercicio no solo ayuda a tener músculos fortalecidos, sino que también ayuda a mejorar el ánimo, y ello es necesario en el marco de la preservación cerebral y la estabilidad cognitiva.
Así, dentro de los cuidados preventivos de la salud mental, se encuentra el adoptar hábitos de ejercicios desde la edad temprana, teniendo presente que estas rutinas deben incorporar también dinámicas de ejercicio mental para prevenir las afecciones neurodegenerativas, siendo ello clave para decir no al alzhéimer, más aún, teniendo en cuenta que esta enfermedad no solo afecta a los pacientes, sino también a sus familia o a aquellos que se han de convertir en sus cuidadores.
La clave del ejercicio
Sobre la clave del ejercicio en la prevención del alzhéimer, expertos advierten que ello se deriva de las virtudes del ejercicio para la producción de una hormona especial llamada la irisina, clave en la conservación mental y que se deriva del ejercicio físico, contribuyendo a su vez al combate de la acumulación de otra sustancia llamada beta amiloide, que obran negativamente en la salud cerebral.
Medios especializados citan sobre el particular un reciente estudio desarrollado por el Hospital General de Massachusetts y difundido por la revista especializada Neuron, en el que se destacan las propiedades de la irisina, en el combate de esas otras sustancias, ayudando a su turno a que el sistema emplee de mejor forma los azúcares y grasas que ingerimos.
De acuerdo con el estudio, algunos de los rasgos de la enfermedad de Alzheimer, muestran que sus pacientes presentan bajos niveles de irisina en el cerebro, la cual a su vez es clave en la activación de la neprilisina, que es una enzima que obra como una suerte de limpiador del encéfalo, en pro de la eliminación de las beta amiloide.
Sobre la irisina, los expertos también han encontrado que esta actúa de manera específica en el combate de algunas sustancias degenerativas en el cerebro y envía señales de secreción de neprilisina.
Actualmente, los expertos advierten que la irisina, en medio de los estudios contra el alzhéimer, podría llegar a ser en el futuro un fármaco que pueda ayudar, desde la inyección en estados previos a través de la sangre, a combatir directamente niveles previos de la enfermedad cerebral, o por lo menos velar por que esta no llegue a niveles avanzados.
Así, los expertos han enviado un mensaje oportuno a las personas jóvenes, llamándolos al ejercicio más allá de los resultados del corto plazo.