El jueves ocho de septiembre la reina Isabel II murió a sus 96 años, tras presentar algunos quebrantos de salud y, aunque, aún se desconoce la causa específica, el diario Dailymail señaló que el síndrome del corazón roto pudo haber sido el causante del fallecimiento de la monarca.
De hecho, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que el síndrome del corazón roto a menudo es precedido por un evento físico o emocional intenso como, por ejemplo, todo aquello que cause una respuesta emocional fuerte, como una muerte u otra pérdida, o una discusión fuerte, puede desencadenar esta afección.
Adicional, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló que uno de los síntomas incluye fuerte dolor en el pecho u otros signos parecidos a un ataque al corazón, como:
- Falta de aire: algunas veces es el único síntoma que se presenta. Puede sentirlo antes o durante las molestias en el pecho. Puede ocurrir cuando está descansando o haciendo un poco de actividad física.
- Molestia en la parte superior del cuerpo: puede sentirse dolor o molestias en uno o ambos brazos, la espalda, los hombros, el cuello, la mandíbula o la parte superior del estómago.
No obstante, los ataques cardíacos generalmente se producen por una obstrucción total o casi total de una arteria del corazón, mientras que el síndrome del corazón roto, las arterias del corazón no presentan una obstrucción, aunque es posible que disminuya el flujo sanguíneo en estas, según la entidad sin ánimo de lucro.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Así las cosas, según el medio estadounidense, la Dra. Deb Cohen-Jones, médica de cabecera australiana, habló con Femail y dijo: “No hay una ciencia estricta a su alrededor, pero definitivamente es un fenómeno observado [...] Desde un punto de vista fisiológico, la pérdida del Príncipe Felipe le habría causado un estrés severo, elevando sus niveles de cortisol y dejando que su cuerpo se ocupara de eso”.
Asimismo, la cirujana cardíaca Nikki Stamp le dijo a ABC: “Lo que sabemos es que para algunas personas el estrés de perder a un ser querido, o cualquier tipo de evento estresante en su vida, precipita una gran cantidad de reacciones en el cuerpo físico y en la mente que pueden causar enfermedades y, a veces, hacer que alguien muera”.
De hecho, en el 2012 cuando el príncipe Felipe fue internado por una infección la reina le había hecho un pedido y era: “no te mueras antes que yo”, pues la historia de amor de ellos comenzó en 1939, cuando la entonces heredera del trono inglés, de solo 13 años, conoció a su primo Felipe, de 17, en una visita a la Academia Militar de Dartmouth, donde él estudiaba. Ese día, el príncipe de Grecia y Dinamarca la impresionó deliberadamente, con sus destrezas atléticas y su buen humor.
Sin embargo, también es cierto que la reina tuvo que soportarle infidelidades y sus célebres imprudencias al apuesto príncipe, padre de sus cuatro hijos, quien uno de ellos, el príncipe Carlos, será el sucesor de la corona a sus 73 años, a quien desde hace unos meses le fueron delegando más funciones oficiales.
Adicional, hay que recordar que el príncipe Felipe murió el pasado nueve de abril del 2021 y desde ahí la reina comenzó a deteriorarse, tanto que, sus apariciones en público fueron cada vez más escasas y en ellas se le veía a menudo caminando con dificultad ayudada por un bastón.