La enfermedad de Párkinson es un tipo de trastorno del movimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una afección degenerativa del cerebro asociada a síntomas motores, que se reflejan en lentitud de movimientos, temblores, rigidez y desequilibrio; y a otras complicaciones, como el deterioro cognitivo, los trastornos mentales y del sueño, y las alteraciones sensoriales.
En este padecimiento algunas células nerviosas (neuronas) del cerebro se degradan o mueren progresivamente, explica el instituto de investigación Mayo Clinic. Muchos de los síntomas obedecen a una pérdida de las neuronas que producen dopamina, un tipo de neurotransmisor del cerebro.
Cuando los niveles de esta disminuyen, esto causa una actividad cerebral anormal, lo que genera trastornos del movimiento y otros síntomas de la enfermedad de Párkinson. Las señales comienzan de manera lenta y generalmente de un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados y los más significativos son:
- Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
- Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
- Lentitud de los movimientos
- Problemas de equilibrio y coordinación
Pérdida del olfato
Sin embargo, es posible que antes de que esto suceda se presente un signo que advierte de la posibilidad de que la persona desarrolle en el futuro Párkinson. Se trata de la pérdida de olfato.
Diferentes investigaciones científicas han determinado que existe una conexión entre la pérdida de este sentido y la mencionada enfermedad. Los estudios sugieren que los cambios en el olfato pueden preceder en varios años al diagnóstico clínico del mal de Párkinson.
Perder el sentido del olfato podría ser una señal temprana de un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Párkinson, sugiere un estudio realizado por investigadores del Colegio de Medicina Humana de la Universidad Estatal de Michigan. Los científicos determinaron que las personas con un sentido del olfato bajo podrían tener un riesgo hasta cinco veces más elevado de desarrollarlo.
“A diferencia de los problemas con la vista o la audición, con frecuencia un mal sentido del olfato no se reconoce”, aseguran los científicos. En este caso, los análisis permitieron establecer que el deterioro olfativo podría desarrollarse años antes del diagnóstico tanto del Párkinson como de la demencia, las llamadas enfermedades neurodegerativas para las cuales aun no se ha encontrado cura.
Según la Asociación Párkinson Madrid, en España, la detección temprana del Párkinson es crucial para brindar un tratamiento oportuno y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Normalmente, la enfermedad suele diagnosticarse cuando los síntomas motores ya son evidentes, lo que significa que la degeneración neuronal ya ha progresado significativamente.
Causas de la enfermedad
Se desconoce la causa de la enfermedad de Párkinson, pero varios factores parecen influir y son los siguientes, de acuerdo con Mayo Clinic.
- Genes. Los investigadores han identificado cambios genéticos específicos que pueden causar la enfermedad de Párkinson. Sin embargo, estas son poco comunes, salvo algunos casos en que muchos miembros de la familia presentan esta afección. No obstante, ciertas variaciones genéticas parecen aumentar el riesgo de desarrollarlo.
- Desencadenantes ambientales. La exposición a ciertas toxinas o factores ambientales puede aumentar el riesgo de padecer de este mal en el futuro, pero el riesgo es pequeño.
Los investigadores también han observado que se producen muchos cambios en el cerebro de las personas con la enfermedad de Párkinson, aunque no resulta claro por qué ocurren estos cambios, los cuales incluyen los siguientes.
- La presencia de cuerpos de Lewy. Las masas de sustancias específicas dentro de las neuronas cerebrales son marcadores microscópicos de la enfermedad de Párkinson. Estas masas se llaman cuerpos de Lewy, y los investigadores creen que éstos contienen un indicio importante sobre la causa de mencionada enfermedad.
- Alfa-sinucleína que se encuentra dentro de los cuerpos de Lewy. Si bien se encuentran muchas sustancias en los cuerpos de Lewy, los científicos creen que una sustancia importante es la proteína natural y generalizada, llamada alfa-sinucleína (a-sinucleína). Se encuentra en todos los cuerpos de Lewy en forma de una masa que las células no pueden descomponer. Actualmente, esta sustancia es un foco importante entre los investigadores del mal de Párkinson.