Para muchos, una taza de café por la mañana es imprescindible para arrancar el día con energía. Además del estímulo que ofrece la cafeína, el café también tiene componentes beneficiosos, como el harmol, que posee propiedades antienvejecimiento.
La combinación de café y cúrcuma no solo crea una deliciosa mezcla de sabores, sino que también aporta una serie de beneficios para la salud. La cafeína proporciona un aumento de energía, mientras que la cúrcuma, con su ingrediente activo, la curcumina, ofrece propiedades antioxidantes y antiinflamatorias notables.
Esta fusión no solo despierta los sentidos en las mañanas, sino que también contribuye al bienestar general, ofreciendo una opción de desayuno sabrosa y saludable para empezar el día con buen pie.
Beneficios de la cúrcuma
La cúrcuma, también conocida como azafrán indio, ha sido una planta apreciada durante siglos en Asia y Centroamérica. Hoy en día, numerosos expertos, incluido el Dr. Perricone, responsable de la dieta de la reina Letizia, la recomiendan encarecidamente. Esta especia, que forma parte esencial de la leche dorada, una bebida popular en las tendencias de salud, ha demostrado ser un aliado valioso para quienes buscan adelgazar, ya que ayuda a reducir la grasa corporal.
Su sabor ligeramente picante la convierte en una opción interesante para diversas bebidas y ha sido utilizada durante mucho tiempo en la medicina ayurvédica para tratar una variedad de dolencias, desde la inflamación crónica hasta enfermedades de la piel, heridas, problemas digestivos y condiciones hepáticas.
La medicina occidental ha seguido el ejemplo, estudiando la cúrcuma como un analgésico natural y un agente curativo prometedor. “Este interés creciente subraya la versatilidad de la cúrcuma y su potencial para brindar beneficios significativos para la salud en diversas áreas”, así lo dio a conocer el portal mejorconsalud.as.com.
Cúrcuma para retrasar el envejecimiento
Según informó el portal bodyespacio.com, “la cúrcuma realmente puede ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas, el cáncer y el Alzheimer, también puede tener beneficios para la longevidad”.
Los estudios sugieren que la curcumina, un componente clave de la cúrcuma, podría ser un suplemento anti-envejecimiento prometedor. Este descubrimiento es especialmente significativo dado que la oxidación y la inflamación se consideran factores principales en el proceso de envejecimiento. La cúrcuma, por tanto, podría tener un impacto que va más allá de simplemente prevenir enfermedades.
La cúrcuma y su componente activo, la curcumina, han sido objeto de investigaciones científicas que han revelado una variedad de beneficios para la salud. Se ha demostrado que la cúrcuma tiene el potencial de mejorar la salud del corazón, prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Además, actúa como un poderoso agente antiinflamatorio y antioxidante, lo que la convierte en una opción valiosa para abordar problemas de salud relacionados con la inflamación. Además, se ha observado que puede ser útil para aliviar los síntomas de la depresión y la artritis, mostrando así su versatilidad como un recurso natural para mejorar la calidad de vida.
¿Cómo consumirla?
El portal web mejorconsalud.com destacó que “desde hace mucho tiempo, la raíz de la cúrcuma es apreciada, tanto desde el punto de vista culinario como por sus aportes a la nutrición y a la salud. Existen suplementos o preparados que ya vienen listos para consumir o usar. Pero también hay formulaciones que podemos hacer nosotros mismos, en recetas caseras”.
Las diversas maneras de usar la cúrcuma para cuidar la piel son:
- Se puede consumir en tabletas o cápsulas (suplementos).
- En la cocina se puede incluir en recetas.
- Colocar la ralladura, el polvo o pequeñas tiras de la raíz de la cúrcuma directamente en la piel.
- Aceite esencial de cúrcuma: se aplica de forma tópica.
- Loción casera: colocando unas gotas del aceite esencial en nuestra crema humectante.
- Mascarillas de cúrcuma: se elaboran con el extracto en polvo, añadiendo diversos ingredientes (aceite de coco, menta o miel).
- Gel: con aloe vera, aceite de cúrcuma y de argán.
- Pasta: se puede hacer con leche, sal marina y harina o solo con agua.