Durante la etapa del envejecimiento es cuando más se diagnostican enfermedades, la mayoría de ellas afectan de manera directa la salud de los huesos, el cerebro y el corazón. En medio de dichas patologías se encuentra la artrosis.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), la artrosis es la forma más común de artritis. Algunas personas la llaman enfermedad degenerativa de las articulaciones o artritis “de desgaste” y se presenta con más frecuencia en las manos, las caderas y las rodillas.
“Con la artrosis, el cartílago dentro de una articulación empieza a deteriorarse y el hueso subyacente comienza a cambiar. Estos cambios por lo general comienzan lentamente y empeoran con el tiempo”, generando dolor e incomodidad en el paciente que padece de dicha patología.
Por otra parte, el colesterol elevado es otro de los padecimientos más diagnosticados durante la vejez. Esta sustancia es necesaria en cantidades moderadas para que el cuerpo pueda llevar a cabo determinadas funciones tales como crear hormonas, células y vitamina D.
El organismo se encarga de producir la cantidad que necesita el cuerpo para llevar a cabo las funciones mencionadas anteriormente; sin embargo, un paciente que abusa de la ingesta de alimentos ultraprocesados y cargados en grasa hará que sus niveles de este compuesto se eleven.
Al organismo le hace imposible procesar toda esa cantidad de colesterol, razón que hace que la sustancia se empiece a adherir a las paredes de las arterias impidiendo a libre circulación de la sangre por el torrente sanguíneo, generando que no llegue el suficiente líquido rojo a otros órganos del cuerpo tales como el corazón o el cerebro. Esto podría detonar un infarto o un ataque cerebral.
Cabe mencionar que la mayoría de pacientes con niveles de colesterol elevados son personas sedentarias y que llevan una alimentación deficiente, sin embargo, hay pacientes que sus cuerpos producen más colesterol del que deben, gracias afectaciones en sus hormonas o como resultado de antecedentes genéticos y hereditarios.
El Español en su sección de salud y cuidado personal menciona que la cúrcuma puede ser un aliado a la hora de prevenir las enfermedades mencionadas anteriormente. Esta especia cuenta con propiedades antiinflamatorias, incluso hay quienes le atribuyen beneficios para regular el ciclo menstrual en las mujeres y prevenir los cólicos que genera dicho proceso.
La cúrcuma es empleada en su mayoría para sazonar o darle color a determinadas preparaciones, también se consume por medio de un té o infusión. Entre sus beneficios más relevantes se encuentra que es antiinflamatoria, antioxidante, antibacteriana y digestiva.
Aquí están algunos de los beneficios que trae el consumo frecuente de esta especia. Cabe mencionar que antes de consumirla es pertinente contar con la aprobación de un profesional de la salud y más cuando se tiene alguna restricción alimentaria.
- Mejora la digestión. Evitando padecimientos como el estreñimiento.
- Facilita en la pérdida de peso. En medio de este proceso se suele ingerir la cúrcuma por medio de una infusión que se debe ingerir 30 minutos antes de cada comida principal (desayuno, almuerzo y cena).
- Combate resfriados y gripes, aumentando las defensas y fortaleciendo el sistema inmune gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
- Evita las crisis de asma.
- Desintoxica el hígado.
- Regula la flora intestinal aumentando las bacterias buenas dentro del tracto digestivo.
- Trata problemas en el hígado, siempre y cuando se acompañe de una alimentación sana y equilibrada que reduzca al máximo el consumo de grasas, ultraprocesados y bebidas alcohólicas.
- Estimula el sistema inmune.
- Alivia la inflamación en la piel como eccemas, acné o psoriasis. Para ello se emplea aplicando de manera directa la cúrcuma en la zona afectada.