La diabetes y la presión arterial elevada son padecimientos que pueden causar graves afecciones no solo al corazón, sino a otros órganos del cuerpo. Son enfermedades que normalmente se presentan de manera silenciosa y a las que se debe prestar atención para evitar mayores complicaciones.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define la diabetes como una afección metabólica crónica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa (o azúcar en la sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.
La citada fuente indica que la más común es la diabetes tipo 2, que se presenta generalmente en adultos y se desarrolla cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente de esta hormona, que es la encargada de facilitar el paso del azúcar de la sangre a las células y tejidos, para que estos la conviertan en energía.
La presión arterial, por su parte, se conoce como la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de las arterias. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que la presión arterial es más alta cuando este órgano late, bombeando la sangre. Esto se llama presión sistólica. Cuando está en reposo, entre latidos, la presión baja y se le denomina diastólica.
La lectura de la presión arterial usa estos dos números. Por lo general, el número sistólico se coloca antes o por encima de la cifra diastólica. Por ejemplo, 120/80 significa una presión sistólica de 120 y una diastólica de 80, asegura la mencionada fuente.
La alimentación es determinante para evitar el desarrollo de estas dos afecciones. La ingesta regular de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, además de hidratación, es clave para mantener el organismo en una buena condición.
Estevia para regular la glucosa
Uno de los productos que puede incluirse en la dieta para regular los niveles de glucosa y prevenir la diabetes, además de ayudar a controlar la presión arterial, es la estevia.
El portal de salud Tua Saúde indica que su ingesta regular ayudaría a controlar y reducir los niveles de azúcar en la sangre, por lo que podría beneficiar a las personas diabéticas y con prediabetes.
En este sentido, el portal Cuerpo Mente refiere que hay estudios que indican que el esteviósido, uno de los azúcares obtenidos naturalmente de esta planta, reduce la absorción de glucosa en el sistema gastrointestinal, evitando que se presenten picos de la misma, especialmente en ayunas.
En cuanto a la presión arterial se dice que este producto ayuda en su control. La Biblioteca Nacional de Medicina indica que ayudaría a disminuir sus niveles, por lo que tomarla junto con medicamentos para tratar este padecimiento puede causar que la presión arterial baje demasiado.
Como planta medicinal se recomienda en dosis de un gramo diario, cantidad que fácilmente se podría conseguir usándola como edulcorante habitual, especialmente en personas con diabetes de tipo II, precisa Cuerpo Mente.
Si bien se habla de estos beneficios y las personas también la consumen para tratar otras afecciones como la obesidad, para ayudar a bajar el colesterol elevado y para regular el apetito, entre otros, los expertos aseguran que se requiere de mayor evidencia científica que respalde estos usos.
Efectos secundarios
Una publicación de la revista Mejor con Salud indica que la estevia no parece plantear riesgos para la salud, siempre y cuando se consuma con moderación. No obstante, se recomienda evitarla en mujeres embarazadas y lactantes.
De igual forma, se dice que es posible que provoque reacciones alérgicas en individuos sensibles a las plantas de las familias de crisantemo y la margarita.
De acuerdo con la citada fuente, los efectos secundarios relacionados con estevia incluyen náuseas, distensión abdominal y gases, debido a que algunas personas notan un regusto amargo.