En algunos casos, después del consumo de ciertos alimentos, puede aparecer la acidez estomacal, una sensación de ardor en el pecho o en la garganta que ocurre cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago, el tubo que transporta la comida desde la boca hacia el estómago.
Por lo general, para la mayoría de pacientes este es un tema ocasional que puede presentarse por la ingesta de determinados alimentos. No obstante, si se presenta “más de dos veces por semana, es posible que tenga enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), aunque es posible que sufra de ERGE aún sin tener acidez estomacal”, según indica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De este modo, es importante acudir al médico en caso de que el síntoma o los dolores sean intensos o haya presión en el pecho, puesto que esto no solo puede ser un síntoma de acidez estomacal, sino también de una ataque cardiaco. Adicional a ello, se debe prestar atención si los síntomas de la acidez estomacal persisten a pesar del uso de medicamentos de venta libre, si se tiene dificultad para tragar, náuseas o vómitos persistentes o si se pierde de peso por falta de apetito o dificultad para tragar.
Para los casos en los que la acidez estomacal es leve, existen remedios caseros ideales para controlar la sintomatología. Por ejemplo, el portal web Salud 180 destaca la importancia del consumo moderado de aceite de oliva, el cual es de origen vegetal y tiene múltiples beneficios para la salud. De acuerdo con Mayo Clinic, este ingrediente también mejora el funcionamiento del corazón y previene un ataque cardiaco.
Entre otros beneficios, el portal la mención destaca los siguientes:
- Favorece la absorción de nutrientes
- Mejora el tránsito intestinal
- Reduce la acidez gástrica
- Ayuda a adelgazar
¿Cómo consumir el aceite de oliva?
El portal web La Pontezuela, indica que una cucharada de aceite de oliva extra virgen forma una película protectora en el estómago que ayuda a reducir la acidez estomacal, favorece la absorción de nutrientes y ayuda a calmar los síntomas de la gastritis, gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Cabe mencionar que el aceite de oliva contiene hidroxicortisol, un antioxidante poderoso que ayuda a prevenir el cáncer de estómago y colon.
Por otra parte, para favorecer el tránsito intestinal, se debe tomar el aceite de olivas en ayunas, pues de esta forma aliviará el estreñimiento actuando como un laxante natural.
Aceite de oliva: esta es la forma en la que no se debe emplear
De acuerdo con el diario El Confidencial, en su sección de Alma, Corazón y Vida, el aceite de oliva no debe consumirse o utilizarse si se desconoce el lugar de procedencia, puesto que puede tratarse de alguna otra sustancia que haga daño o cause alguna contraindicación; pues afirman que “en Italia, el 80 % del aceite es falso”.
En ese sentido, se recomienda no utilizarlo para freír (o fritar), es decir, no calentarlo, ya que al hacerlo, se produce una hidrogenación haciendo que se sature al añadir una gran cantidad de átomos de hidrógeno y ello resulta especialmente dañino para el corazón. Generando un “posible aumento del colesterol, así como de los triglicéridos en sangre”, según Leuke.
Por su parte, Bridget Bennett, nutricionista, asevera que “gran parte del valor nutricional que asociamos con el aceite de oliva, como los ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, se destruye por el proceso de calentamiento. Para freír mejor usar aceites de cacahuete”, dada su alta resistencia al calor”; por lo que enfatiza en que la mejor manera de consumirlo es crudo.
Mientras que los chefs Marc Vetri y Alla Spina en Filadelfia, manifiestan que el hecho de saltear las carnes, no le aporta ningún valor adicional a la comida, más allá de generar una enorme llama, por lo que coinciden con las afirmaciones de la nutricionista.