Según algunos expertos, una alimentación adecuada es fundamental para mantener una buena salud, especialmente para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Estos buenos hábitos incluyen no solo seguir una dieta saludable, sino también respetar los horarios de las comidas, ya que esto puede tener un impacto significativo.

Aunque mantener los niveles de azúcar dentro de los límites recomendados puede ser un desafío, esto depende en gran medida del estilo de vida de cada persona. Según Mayo Clinic, es crucial controlar el consumo de carbohidratos porque son los principales responsables de alterar la glucosa en la sangre, especialmente en pacientes con diabetes.

Planificar las comidas es una alternativa recomendable. Es importante incorporar frutas, verduras, almidones, proteínas y grasas en la dieta, priorizando aquellos alimentos ricos en fibra, ya que ayudan a mantener niveles de azúcar más estables.

La avena es un cereal que ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre. | Foto: Getty Images

Evitar las bebidas endulzadas puede ayudar a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre, puesto que su consumo puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.

El ejercicio regular también es fundamental, por el hecho de que ayuda a los músculos a utilizar el azúcar como fuente de energía y a regular la insulina. “En general, la mayoría de los adultos deben realizar al menos 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada. Intenta hacer actividad aeróbica moderada alrededor de 30 minutos por día, la mayor cantidad de días por semana”, señalan los especialistas.

¿Qué pasa cuando no se controla la glucosa?

Cuando la concentración de azúcar en la sangre es alta, el exceso de glucosa se elimina a través de la orina, lo que puede provocar una pérdida significativa de líquidos. Si esta condición no se trata a tiempo, existe un alto riesgo de deshidratación y de desarrollar un coma diabético.

“La hiperglucemia puede dañar los vasos sanguíneos que llevan sangre a órganos vitales, lo que puede incrementar el riesgo de enfermedades de corazón, accidentes cerebrovasculares, enfermedades renales, problemas en la vista y problemas neurológicos”, señalan los profesionales de Kids Health.

El exceso de glucosa puede llevar a la diabetes. | Foto: © Jonathan Knowles 2015

Los síntomas principales de la hiperglucemia incluyen una sed excesiva, lo que lleva a la necesidad constante de beber agua. Además, pueden presentarse pérdida de apetito y energía, lo que provoca fatiga inexplicable en la persona afectada.

Brócoli, un alimento ideal para diabéticos

El brócoli es conocido por sus propiedades anticancerígenas, gracias a los glucosinolatos que estimulan el sistema inmunológico para destruir células cancerosas. Además, contiene vitaminas C, A y E, potasio y zinc, todos ellos con propiedades anticancerígenas.

Este vegetal es también una buena fuente de hierro, lo que lo convierte en un alimento beneficioso para combatir la anemia, según información del portal Cuerpo Mente.

De acuerdo con expertos de Healthline, el brócoli posee propiedades para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Varios estudios científicos han demostrado que el extracto de brócoli, rico en sulforafano, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce los marcadores de estrés oxidativo, lo que lo convierte en un agente antidiabético efectivo.

Incluir brócoli en al dieta puede ser beneficioso para la salud. | Foto: Getty Images

Además, un estudio realizado por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lund, citado en el medio especializado Soy Vida, concluyó que el sulforafano presente en el brócoli desempeña un papel significativo en la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, tras analizar más de 2800 sustancias presentes en frutas, hortalizas y verduras.