Los gases, a los que también se les conoce como flatos o flatulencias, se forman normalmente a medida que el cuerpo digiere los alimentos o al permitir el ingreso de aire a través de la boca, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los síntomas de estos gases son relativamente frecuentes e incluyen la sensación de abdomen hinchado, malestar abdominal y eructos frecuentes, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Normalmente, esta situación se presenta después de una comida copiosa o cuando la persona habló mucho mientras comía, debido a la deglución de aire. La condición mejora después de eliminar los gases, ya sea en forma de eructos o a través de liberación intestinal.
Pero existen casos en los que los gases no consiguen eliminarse fácilmente y esto sucede especialmente en personas que sufren de estreñimiento. En estas situaciones, los síntomas pueden ser más intensos y llevar a que la persona crea que son problemas graves como alteraciones cardíacas o inclusive un infarto.
En general, los cambios en la dieta suelen ser la clave para disminuir la presencia de gases. Por ejemplo, se deben evitar alimentos que pueden potenciar la inflamación como son los productos lácteos, harinas y refinados, crucíferos, carnes procesadas, fritos y salsas.
Sin embargo, también existen algunos productos naturales que pueden ayudar en este propósito y uno de ellos es el jengibre.
Gracias a sus propiedades carminativas, esta raíz es considerada un tratamiento efectivo que permite relajar los músculos gastrointestinales, evitando la formación de gases excesivos, eructos e hinchazón de estómago.
Adicionalmente, es un remedio que favorece la digestión y alivia los dolores abdominales, precisa el portal Mejor con Salud. Tomar una infusión de jengibre 30 minutos antes de la comida puede ayudar a tratar las diversas incomodidades que se puedan presentar en el estómago.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que es un producto que no se recomienda para las personas con diabetes, ni para aquellas que padecen enfermedades en la sangre, ya que interacciona con los medicamentos para el tratamiento de estas afecciones.
Para preparar una infusión se requiere de una cucharada de rodajas finas de jengibre, un vaso de agua, miel y una cucharada de jugo de limón. Se pone el jengibre en una taza de agua caliente, se tapa y se deja reposar durante aproximadamente 10 minutos. Luego se cuela y se agrega un poco de miel y el jugo de limón. La recomendación es beber la infusión dos o tres veces al día antes de las comidas principales.
Esta bebida contiene gingerol, shogaol y zingerona, que son sustancias con propiedades antiinflamatorias y antieméticas, las cuales ayudan a aliviar la inflamación y acidez del estómago, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Otros beneficios
Además, del anterior beneficio, gracias a sus propiedades, al jengibre también se le reconoce por ofrecer otras bondades saludables al organismo.
La Fundación Española del Corazón (FEC), por ejemplo, asegura que es uno de los más potentes antioxidantes, ya que ayuda a reducir la actividad de los radicales libres y reduce el daño celular, por lo que es un aliado de la salud del corazón.
Por otra parte, es un alimento que estimula el sistema inmune gracias a que ayuda a subir las defensas, un efecto que se ve potenciado si, por ejemplo, a un té o una infusión de esta planta, se le añade limón.
Es antiinflamatorio y gracias a estas propiedades puede aliviar los dolores musculares y de las articulaciones. También durante años se ha utilizado para mejorar la circulación sanguínea, debido a que sus componentes ayudan a relajar los músculos.
Según el portal de salud Healthline, esta planta también puede desempeñar un papel importante en la pérdida de peso, de acuerdo con los resultados de estudios realizados en seres humanos y animales. De igual manera, puede ayudar a controlar la osteoporosis, a bajar los niveles de azúcar en la sangre, a reducir el dolor menstrual, bajar los niveles de colesterol, prevenir el cáncer y combatir infecciones.