Regular los niveles de azúcar es importante para quienes no tienen diabetes y para quienes ya padecen la enfermedad, pues un control riguroso de la alimentación puede reducir el riesgo de tener complicaciones graves.

Por ello, existen alimentos que son muy completos y se pueden incluir en la alimentación para obtener los beneficios como lo es brócoli, pues una investigación internacional dirigida desde la Universidad de Lund en Malmö (Suecia) y citada por La Vanguardia señala que “el brócoli reduce los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2″.

De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN) el brócoli contiene una elevada cantidad de fibra, minerales y vitaminas.

“Concretamente, es una buena fuente de vitamina C (si bien una parte considerable de la misma puede perderse durante el proceso de cocción) y folatos, hasta el punto que una ración (200 g) aporta casi el doble de las ingestas recomendadas de vitamina C y la cuarta parte de las ingestas recomendadas de folatos para un hombre y una mujer de 20 a 39 años con actividad física moderada”, señala la fundación.

También indicó que es buena fuente de potasio, el cual contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos. El consumo de una ración de brócoli cubre el 28 % de las ingestas recomendadas de folatos.

Asimismo, reveló que contiene una importante proporción de azufre, que le confiere propiedades antimicrobianas e insecticidas, además de ser responsable del fuerte olor que desprenden estas verduras durante su cocción.

Sobre la misma línea, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló otros beneficios del brócoli y son:

1. Reduce el colesterol por la acción de los glucosinolatos, específicamente de la glucorafanina.

2. Podría prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que contiene sulforafanos, unas sustancias antinflamatorias.

3. Facilita la digestión y evitar el estreñimiento por ser rico en fibra lo cual acelera el tránsito intestinal y aumenta el volumen de las heces.

4. Protege la salud visual por la luteína que podría ayudar a proteger los ojos.

5. Aumenta las defensas del organismo por su alto contenido de vitamina C.

Así las cosas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló una excelente manera de agregarle brócoli a la dieta: se necesitan cuatro tazas de ramilletes de brócoli, una cucharadita de aceite de oliva, una cucharada de ajo picado, una cucharadita de ralladura de limón, 1/4 de cucharadita de sal kósher y 1/4 de cucharadita de pimienta negra molida.

En seguida, en una cacerola se debe hervir el agua y cuando esté en el punto de ebullición se agrega el brócoli y se cocina durante dos a tres minutos o hasta que quede tierno. Después, se escurre el agua del brócoli y en otra sartén pequeña a fuego medio-alto, se calienta el aceite y se agrega el ajo y se sofríe durante 30 segundos. Posteriormente, se agrega el brócoli, la ralladura de limón, la sal y la pimienta. Finalmente, se mezcla bien y se sirve.

No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de los alimentos ya nombrados, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Información nutricional por cada 100 g de brócoli

  • Calorías: 25 calorías
  • Grasas: 0,3 g
  • Carbohidratos: 4,0 g
  • Proteínas: 3,6 g
  • Fibras: 2,9 g
  • Calcio: 86 g
  • Magnesio: 30 g
  • Fósforo: 13 g
  • Hierro: 0,5 g
  • Sodio: 14 mg
  • Potasio: 425 mg
  • Vitamina C: 6,5 mg.