Por lo general, los malos hábitos alimenticios ocasionan que esta sustancia se eleve. La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo; una hormona llamada insulina tiene como función ayudar a que este tipo azúcar pase del torrente sanguíneo a las células.
Una cantidad excesiva o insuficiente de glucosa en la sangre podría ser un signo de un problema médico serio. Los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden significar la presencia de diabetes.
Síntomas cuando los niveles de glucosa son elevados:
- Aumento de la sed.
- Orinar con más frecuencia.
- Visión borrosa.
- Cansancio.
- Heridas que cicatrizan lentamente.
La dieta es la mejor forma para que los niveles de azúcar se mantengan saludables. Del consumo diario se deben eliminar alimentos cargados de azúcar, las bebidas gaseosas y la popularmente llamada comida chatarra. De igual manera, se deben incluir frutas como la manzana, y alimentos como pan de centeno, frutos del bosque, frutos secos, avena, legumbres y/o granos.
Asimismo, hay un superalimento que se debe incluir en la dieta alimenticia para regular los niveles de azúcar en la sangre, controlar los picos de glucosa y prevenir la diabetes, y esta es la quinoa, así lo indica la plataforma digital Saber Vivir.
“La quinoa es una semilla especialmente rica en nutrientes. Se sospechaba de sus beneficios cardiovasculares y en el control de la glucosa. Un estudio ha confirmado que puede ser una importante ayuda en la prevención de la diabetes tipo 2, sobre todo en personas mayores, que tienen más riesgo”, explica la plataforma.
“La quinoa es un pseudocereal de origen andino, muy rico en vitaminas E, C y del grupo B, además de minerales como el hierro, calcio y el magnesio. Además, es una buena fuente de fibra y de hidratos de carbono complejos. Y contiene una elevada concentración de proteínas, con todos los aminoácidos esenciales”, agrega.
Quinoa: estas son las enfermedades que ayuda a prevenir su consumo
De acuerdo al portal Elle, este alimento es ideal para prevenir enfermedades como “la diabetes de tipo 2, cardiovasculares, gonorrea y tuberculosis entre otras”. Además la quinoa contiene sustancias alcalinas como el magnesio, calcio y oligoelementos, los cuales aportan para tratar de forma natural esguinces y torceduras. “En algunos pueblos de los Andes se aplicaba antiguamente para curar fracturas de huesos”, explica el mencionado portal.
La quinoa contiene carbohidratos que ayudan a perder peso porque son más saciantes, además mantienen los niveles de energía durante más tiempo.
Este cereal es rico en grasas, pero estas grasas son buenas y poliinsaturadas, como por ejemplo los ácidos grasos Omega 3 y 6, esenciales para el cuerpo, “ya que no puede producirlos por él mismo”, explica el sitio web Elle.
“Esta pequeña semilla cautiva a quienes apuestan por una alimentación natural y ecológica”, indican en Cuerpo mente, además, añaden que este cereal aporta energía como los integrales.
Por su almidón suministra energía muscular progresiva en los ejercicios de resistencia, una virtud que potencian sus aminoácidos ramificados”, por otra parte, las proteínas aseguran la reparación y el desarrollo muscular cuando se practica deportes de fuerza.
Sus crujientes granos, de color amarillo claro, poseen un sabor especial que la hacen singular y por eso en muchas preparaciones le da mucha personalidad a las recetas.
El cultivo de la quinoa se inició hace al menos tres milenios, posiblemente en el entorno del lago Titicaca, y fue el alimento básico de las culturas indígenas hasta la llegada de los conquistadores españoles, así lo relata Cuerpo mente.
Los antiguos incas llamaban a este cereal como “chisaya mama”, es decir, “la madre de todos los granos”. Entre sus tradiciones el emperador se reservaba el honor de plantar las primeras semillas de qionoa en la temporada con herramientas de oro.