Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentra en la sangre. Cuando la persona come, el cuerpo convierte todas las calorías que no requiere usar de inmediato en estos lípidos, que posteriormente son liberados por las hormonas para obtener energía entre las comidas.
El instituto de investigación Mayo Clinic indica que cuando una persona regularmente consume más calorías de las que quema, en particular de alimentos ricos en carbohidratos, es probable que sus triglicéridos se ubiquen por encima de los niveles normales.
Al igual que sucede con el colesterol, cuando este tipo de grasa aumenta demasiado en la sangre, puede contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes arteriales (arterioesclerosis), lo que incrementa el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías.
De igual forma, según los expertos, los triglicéridos extremadamente altos también pueden causar inflamación aguda del páncreas, enfermedad a la que se le conoce como pancreatitis.
Esta afección también está muy relacionada con otros padecimientos que aumentan el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, incluyendo la obesidad y el síndrome metabólico, además de la hipertensión arterial, hiperglucemia y niveles anormales de colesterol.
Los triglicéridos altos pueden ser un signo de diabetes tipo 2 o prediabetes, niveles bajos de hormonas tiroideas (hipotiroidismo) y pueden advertir la presencia de ciertas afecciones genéticas poco comunes que afectan la forma en que el cuerpo convierte la grasa en energía.
La mejor forma de mantener estos lípidos controlados es con la ingesta de una dieta equilibrada y con la práctica regular de ejercicio físico. Además, existen algunos alimentos que por sus propiedades pueden ser complemento de un tratamiento médico.
Uno de ellos son los quelites, una planta originaria de México, que ha sido considerada como superalimento porque aporta nutrientes, fibra y vitaminas, según información del diario El Heraldo, de México.
El portal Gastrolab, de ese país, explica que la palabra quelite viene del náhuatl quilitl, que significa hierbas comestibles y era una planta muy usada en las culturas mesoamericanas.
Se le atribuyen diversos beneficios para la salud. Por ejemplo, que es rica en antioxidantes y contiene ácidos grasos Omega 3 y 6, grasas buenas que ayudan a controlar los niveles de triglicéridos, así como de colesterol en la sangre.
Debido a lo anterior y a que son un alimento fuente de hierro, calcio y potasio, los quelites resultan favorables para las personas que tienen problemas con su sistema cardiovascular. Según la cultura popular, esta planta ayudaría a prevenir algunos inconvenientes del corazón como infartos u otros problemas cardíacos, gracias a sus bondades antioxidantes y antiinflamatorias que evitan la obstrucción de las arterias.
Los quelites son ricos en vitamina A que favorecen la vista, según información del portal Cocina Fácil, de México. A esta vitamina se le conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo, además favorece la visión especialmente ante la luz tenue.
Otra de las bondades que se le reconocen es que tiene un importante contenido de fibra por lo que favorece los procesos digestivos. Su ingesta ayudaría a limpiar el estómago y a mejorar el tránsito intestinal, previendo afecciones como el estreñimiento.
Datos curiosos
Según Cocina Fácil, los quelites se consideraban una hierba salvaje y dañina para los cultivos; sin embargo, con el paso del tiempo ha ganado espacio como un alimento con un importante valor nutricional.
Otro dato es que en todas las culturas prehispánicas los consumían y de acuerdo con este sitio web, son ideales para preparar ensaladas, y también para acompañar tacos, quesadillas y diferentes guisados.
Por último, asegura Cocina Fácil, que a pesar de sus grandes propiedades, el consumo de este alimento ha decaído por considerarse como “comida para pobres”.