La presión arterial y el colesterol son dos asuntos que se deben tener muy presentes en la salud de todas las personas, además, porque estas dos están muy ligadas, ya que ambos están relacionados con el sistema circulatorio y su buen funcionamiento.
Ahora bien, para entender sobre los niveles de colesterol y el control de la presión arterial, los cuales son dos elementos muy importantes para la salud, el buen funcionamientos y equilibrio del cuerpo humano, se debe saber que existen una serie de variables a tener en cuenta, como su definición y su funcionamiento, así como la dieta alimenticia y cómo los buenos hábitos son fundamentales en todo este contexto.
Como primera medida, para abordar este tema de la presión arterial se debe saber que ella está ligada directamente al órgano vital más importantes del cuerpo, el corazón, el cual late unas 100 mil veces por día, y por cada latido la sangre es bombeada y distribuida por todo el cuerpo humano.
“La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. La presión arterial es más alta cuando el corazón se contrae, bombeando la sangre, y se denomina presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja y es llamada presión diastólica”, señala la Fundación Española del Corazón.
Es por ello que, según lo establecido por la ciencia de la medicina, el nivel de la presión arterial normal no debe estar debajo de 120/80 milímetros de mercurio (mm Hg). Por otra parte, la hipertensión, que son los niveles altos, tienen unos valores por encima de 140-90 mm Hg, un síntoma que puede alertar la salud cardiaca.
Por otro lado, está el colesterol malo y el protagonismo que este tiene en el curso de la sangre, teniendo en cuenta que este se acumula en las paredes de las vías sanguíneas, ya que allí es donde se vuelve un agente contraproducente para la salud de los organismos.
Por eso, un colesterol malo alto haría que el corazón trabaje más fuerte para cumplir con su función de bombear sangre, por lo que la presión arterial aumentaría de manera significativa.
En este contexto, la nutrición juega un papel muy importante, porque es en los alimentos donde se encuentran sustancias que pueden ayudar, tanto al colesterol en la sangre como a la presión arterial.
Allí aparece el aceite de oliva, el cual tiene muchas propiedades y diversos beneficios para la salud y el bienestar, teniendo en cuenta que entre sus múltiples componentes está el ácido oleico, que tiene propiedades que ayudan a prevenir el cáncer y la enfermedad de Alzheimer, además de reducir el colesterol.
Según el diario El Confidencial, en su sección de Alma, Corazón y Vida, el aceite de oliva no debe consumirse o utilizarse si se desconoce el lugar de procedencia, puesto que puede tratarse de alguna otra sustancia que haga daño o cause alguna contraindicación, pues afirman que “en Italia, el 80 % del aceite es falso”.
Por eso, se recomienda no utilizarlo para freír, o tampoco calentarlo, ya que al hacerlo, se produce una hidrogenación haciendo que se sature al añadir una gran cantidad de átomos de hidrógeno y ello resulta especialmente dañino para el corazón. Generando un “posible aumento del colesterol, así como de los triglicéridos en sangre”, según Leuke.
Sin embargo, consumirlo de manera natural ayuda a controlar el colesterol y a reducir la presión arterial, ya que el consumo de aceite de oliva reduce la producción del colesterol malo y por ende se protege el corazón, evitando así el daño que causan los radicales libres a las células del organismo. Además de este gigantesco beneficio, ayuda a nivelar la presión arterial en el organismo, por lo que previene enfermedades de tipo cardiovascular.