El sistema cardiovascular, también llamado aparato circulatorio, incluye el corazón, la sangre y los vasos sanguíneos (arterias y venas), de acuerdo con MedlinePlus, en donde indican que “la función principal del corazón es bombear sangre oxigenada al cuerpo después de que bombea sangre desoxigenada a los pulmones. Normalmente hace esto de 60 a 100 veces por minuto, 24 horas al día”.
Por lo anterior, la salud del corazón debe cuidarse muy bien, ya que al enfermar en alguna de las partes de este sistema, se acrecienta el riesgo de morir en un gran porcentaje, dado que el corazón es indispensable para que el cuerpo tenga vida y funcione.
Bupasalud explica que otra de las funciones del sistema cardiovascular “es también transportar el dióxido de carbono, un producto de desecho, desde todo el cuerpo al corazón y pulmones para finalmente eliminar el dióxido de carbono a través de la respiración”.
Por su parte, el colesterol es una molécula que el cuerpo humano necesita para su correcto funcionamiento, sin embargo, su exceso de concentración en las vías sanguíneas pueden conllevar a diferentes afectaciones en la salud, así como la producción de enfermedades cardiovasculares o, incluso, hasta causar la muerte.
Existen dos tipos de colesterol que actúan en el organismo, y de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, el LDL, que se le conoce como malo y se acumula en las arterias formando una placa que bloquea el flujo de sangre al cerebro. Y el colesterol HDL, conocido como el bueno, es el que recoge el colesterol LDL y lo lleva al hígado para ser procesado.
El portal Mejor Con Salud, señala el perjudicial para el organismo de que el colesterol malo este alto y que esta situación se puede controlar y ayudar a bajar siempre y cuando la persona tome disciplina, modifique sus hábitos y los convierta en saludables; tales como tener una dieta baja en grasas saturadas, rica en frutas y vegetales, a la par de una buena rutina de ejercicio.
Para cuidar el organismo y prevenir todo tipo de enfermedades cardiovasculares o por el colesterol, los nutricionistas y demás profesionales de la salud recomiendan consumir de forma regular los diferentes alimentos de origen vegetal. Entre estos resaltan las frutas, las verduras, las legumbres, los cereales integrales y los frutos secos. Cada uno de ellos le aportan una gran cantidad de vitaminas y demás minerales al organismo.
Uno de ellos es el pistacho, un pequeño fruto seco de color verde. Encerrado en una cáscara dura que se rompe al madurar, está cubierto por una fina piel roja. Este fruto seco es uno de los más apetecidos a la hora de comerse un pequeño snack o para acompañamiento de platos, postres o bebidas.
Sin embargo, pocos conocen sus beneficios para la salud. Estos frutos secos aportan un 20 % de proteínas vegetales, tanto como las legumbres, aunque se comen en menor cantidad. También, contienen un 28 % de hidratos de carbono, que al ser absorbidos lentamente por el organismo procuran energía gradual, según el portal de salud Cuerpo y Mente.
Los expertos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) indican que los pistachos son fuente de: ácidos grasos insaturados, ácidos grasos monoinsaturados, fibra, calcio, magnesio, zinc, potasio, fósforo, hierro, tiamina, vitamina E y folatos.
Ahora bien, el pistacho es bueno para el corazón: este fruto seco es ideal para la reducción del colesterol y del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, cálculos biliares, extirpación de la vesícula biliar y cáncer de colon en las mujeres, según el magacín MensHealth.
Se recomienda generalmente comer un puñado de frutos secos al día. Sin embargo, en el caso de los pistachos, se recomienda consumir 49 unidades al día, lo que corresponde a cerca de 30 gramos si no tienen cáscara.