Incluir verduras en la dieta diaria es determinante para que el organismo obtenga una serie de nutrientes importantes para prevenir afecciones de salud, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Una de las que no debería faltar en la alimentación es la espinaca. Se dice que el consumo de esta verdura ayuda a controlar el azúcar en la sangre en personas con diabetes, a reducir el riesgo de desarrollar cáncer y mejorar la salud ósea, entre otros padecimientos, según información del portal Medical News Today.
Esta planta contiene hierro, calcio y magnesio. El mencionado sitio web indica que la falta de hierro en la dieta afecta la eficiencia con la que el cuerpo usa energía y por ello esta verdura resulta beneficiosa.
De igual forma, Datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos indican que una porción de 100 gramos de espinacas contiene 28,1 microgramos de vitamina C, el 34 % de la recomendación diaria para una persona adulta. Este vegetal también contiene vitamina K, fibra, fósforo y tiamina.
La lista de aportes que le haría al organismo es larga y en la misma destaca, por ejemplo, que ayuda a prevenir el asma, el cáncer y a mejorar la salud digestiva.
En lo relacionado con el asma, Medical News Today asegura que este vegetal es rico en betacaroteno, un compuesto que ayuda a evitar el desarrollo de esta afección.
Al respecto, el instituto de investigación Mayo Clinic asegura que antioxidantes como el betacaroteno y las vitaminas C y E, pueden ayudar a reducir la hinchazón y la irritación (inflamación) causadas por las sustancias químicas que dañan las células.
Medical News Today refiere un estudio en el que participaron 433 niños con asma en edades entre los seis y 18 años, y 537 menores sin la enfermedad. La investigación mostró que los riesgos de desarrollar asma son menos en personas que tienen un alto consumo de ciertos nutrientes como el betacaroteno.
Contra el cáncer
De otro lado, hay evidencia de que la ingesta regular de este alimento ayudaría a prevenir el desarrollo de cáncer. Al respecto, el portal de salud Tua Saúde indica que algunos estudios realizados en laboratorio usando células de cáncer de cuello uterino, demostraron que los glucolípidos de la espinaca pueden destruir o, por lo menos, ayudar a disminuir la multiplicación de células cancerígenas.
“Además, los polifenoles presentes en la espinaca, como luteína y el kaempferol, poseen una potente acción antioxidante. Asimismo, los estudios demostraron que pueden ayudar a inhibir el crecimiento de células del cáncer de mama, esófago, próstata e hígado, y causar destrucción de estas células”, precisa la citada fuente.
Una bondad más es que ayuda en el proceso digestivo. La espinaca tiene un alto contenido de fibra y agua, que ayudan a prevenir el estreñimiento y promueven la salud del tracto digestivo facilitando el tránsito intestinal.
Buena para la anemia
Al ser fuente de hierro, la espinaca ayuda a prevenir el desarrollo de la anemia, ya que aporta 2,71 miligramos de este mineral por cada 100 gramos, proporción que supera a la de la carne, asegura el portal Cuerpo Mente. Aunque el hierro de origen vegetal se absorbe con mayor dificultad que el proveniente de productos animales, la vitamina C, procedente tanto de la propia espinaca como de otros alimentos, favorece en parte su asimilación.
De otro lado, esta verdura tiene un alto contenido de oxalato, que se adhiere al calcio y también es rica en magnesio dietético, que es necesario para el metabolismo de energía, el mantenimiento de la función de los músculos y nervios, el ritmo cardíaco, un sistema inmunitario saludable y el mantenimiento de la presión arterial.