El azúcar es un alimento muy consumido a nivel mundial. Se ingiere en su propio estado o como compuesto en diferentes tipos de productos. Cuando entra al organismo se transforma en glucosa, la cual es la principal fuente de energía del cuerpo. En niveles normales, la glucosa en la sangre no producen ningún daño a la salud.

Lo malo sucede cuando los niveles de la glucosa en la sangre empiezan a subir sin control. Esto, de forma inmediata, aumenta el riesgo de padecer una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes. Este trastorno daña el hígado, los vasos sanguíneos y los riñones. Se clasifica en tres clases; diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes de tipo gestacional.

Por su parte, el corazón “es un órgano del tamaño aproximado de un puño. Está compuesto de tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo. La sangre se transporta a todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, unos tubos llamados arterias y venas. El proceso de transportar la sangre en todo el cuerpo se llama circulación. Juntos, el corazón y los vasos sanguíneos componen el aparato cardiovascular”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

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A su vez, la entidad agrega que “el corazón tiene cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos). Hay un tabique (septo) entre las dos aurículas y otro entre los dos ventrículos. Las arterias y las venas entran y salen del corazón. Las arterias llevan la sangre hacia afuera del corazón y las venas la llevan hacia adentro. El flujo de sangre a través de los vasos y las cavidades del corazón es controlado por válvulas”.

Mantener una dieta alimenticia saludable es de vital importancia para tener el azúcar en la sangre en niveles regulados y proteger un órgano tan relevante para el cuerpo como el corazón. Precisamente, existe un alimento de origen vegetal que ayuda a cumplir este objetivo.

Se trata de la granada, una de las frutas más saludables que existen. Acumula una gran cantidad de agua, proteínas de buena calidad, vitamina A, fibras, vitamina C, potasio, fósforo, ácido fólico y otros nutrientes más.

“El jugo fresco de granada es rico en antioxidantes que promueven el buen funcionamiento del páncreas, órgano responsable de la producción de la hormona insulina en el organismo, de esta manera contribuye al equilibrio de los niveles de azúcar en la sangre, ayudando a prevenir y a controlar la diabetes”, señala el portal portugués Tua Saúde.

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El mismo sitio web resalta que esta fruta es muy rica en “compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que aumentan los niveles sanguíneos de colesterol bueno o HDL, lo cual actúa como factor protector cardiovascular, previniendo algunas enfermedades, como infarto de miocardio y aterosclerosis”.

Como cualquier tipo de alimento, un producto de origen vegetal como la granada se debe consumir de una manera moderada, sin llegar a un exceso. Además, debe estar incluida en una dieta alimenticia equilibrada.

Más beneficios de la granada

1. Combate la diarrea. “El té preparado con la cáscara de la granada ayuda a tratar las diarreas, ya posee antioxidantes, como los taninos, compuestos con propiedades astringentes que aumentan la absorción de agua, disminuyen el movimiento de expulsión de las heces por el intestino y ayudan a equilibrar la flora intestinal”.

2. Previene el cáncer. Otro de los grandes beneficios de la granada es que, al contener propiedades antioxidantes, ayuda a combatir los daños generados por los radicales libres, por lo que evita el surgimiento de diferentes tipos de cáncer.

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