Los alimentos son necesarios para mantener al organismo, pero no todos son beneficiosos y cuentan con las mejores propiedades para solventar afecciones como el colesterol. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que lo que no debe faltar a la hora de armar un plato balanceado son las frutas y las verduras, aunque las legumbres también tienen su protagonismo.

Precisamente, en esta oportunidad, una de las legumbres más populares que hacen parte de la dieta de muchas personas son las arvejas, también conocidas como guisantes. Teniendo en cuenta estimaciones del blog Mundo rural, este alimento puede ser ideal para preparar en ensaladas, guisos e incluso tartas.

Sumado a esto, “son excelentes para regular y generar la energía que necesitan los músculos durante la práctica de actividad física, y ayudan en el metabolismo de los nutrientes provenientes de otros alimentos”.

Sin embargo, eso tan solo es el principio de la acción que tiene comer arvejas en el organismo, pues esta legumbre también sirve para reducir el colesterol y cuenta con una buena presencia de vitamina B6.

Pequeñas, pero sustanciosas, las arvejas no deben faltar en una rutina de alimentación saludable. Getty Images.

Por un lado, el colesterol es una sustancia cerosa que Medline Plus, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, detalla que el organismo necesita, pero cuando su cantidad sobrepasa no es bueno para la salud, en especial el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés).

En cuanto a la vitamina B6, los Institutos Nacionales de Salud del país norteamericano dicen que “la vitamina B6 es esencial para que funcionen bien las enzimas (proteínas que regulan los procesos químicos del cuerpo)”.

Así las cosas, para adquirir tanto la mejora del colesterol como una buena fuente de vitamina B6, las arvejas son una opción que puede ingresar a la mesa.

El poder de las arvejas

Lo primero que hay que decir es que las arvejas también “poseen nutrientes cardioprotectores, como folato, potasio y caretenoides”, según el blog Cocina Vital.

Lo anterior se adjunta a los fitosteroles que esta legumbre también contiene, y es por ello que son vitales para ayudar a reducir o controlar los niveles de colesterol presentes en el organismo.

Cuando hay mucho colesterol esta sustancia tiende a tapar las arterias y trunca la correcta circulación. Getty Images. | Foto: Getty Images

De acuerdo con Mi mercado saludable, este alimento se diferencia de otros porque tiene un compuesto llamado cumestrol, así que a la lista del colesterol se le puede agregar que las arvejas pueden actuar contra la mortífera enfermedad de cáncer.

De hecho, el Instituto Nacional de Cáncer de EE. UU avala que “los coumestanos son sustancias similares al estrógeno (fitoestrógenos) elaboradas por algunas plantas. Los coumestanos podrían tener efectos contra el cáncer”.

Por otro lado, esta legumbre cuenta con un índice glucémico bajo, lo que indica que puede funcionar para la enfermedad de la diabetes.

Consumo de arvejas

Para los conocedores del área gastronómica, las arvejas son versátiles y pueden guardarse en el congelador para luego ser ingeridas, ya que con esto se evita su descomposición y permanece su sabor, color y nutrición.

“Tritura o mezcla arverjas verdes con un poco de aguacate, ajo y hierbas frescas para obtener un aderezo delicioso y satisfactorio. Las arvejas verdes son un alimento versátil y nutritivo que puede ayudar a aumentar la buena salud”, consigna Mi mercado saludable.

Por su parte, el sitio Gastrolab comparte que se puede combinar el sabor de las legumbres con la textura del tofu, un ingrediente que ha ganado relevancia en el mundo de la alimentación balanceada.

El tofu es un alimento elaborado a partir de la soja, muy rico en proteína vegetal y bajo en grasas. No contiene gluten ni lactosa. Getty Images. | Foto: Getty

Ingredientes: una taza y media de arvejas, una cucharadita de agar-agar, una cucharadita de sal marina, tres cucharadas de levadura nutricional y una taza de agua.

Preparación: fermentar las arvejas dejándolas en agua por 24 o 48 hojas; después, colocarlas en un vaso de licuadora junto a los otros ingredientes para ser mezclados hasta conseguir una textura homogénea; luego de esto, cocinar en una paila a fuego lento y revolver durante 5 o 10 minutos, mientras que todo se convierte en una mezcla firme; por último, colocar la pasta en un molde aceitado y enfriar a temperatura ambiente, para terminar dejando la receta en la nevera e ingerir.