Tener una buena circulación es clave para evitar complicaciones de salud. Que la sangre fluya de manera natural permite que el oxígeno y los nutrientes lleguen a las células para cumplir sus funciones, precisa el portal Medical News Today.

Sin embargo, hay factores como la falta de actividad física, una mala alimentación y el consumo de alcohol y de tabaco, que afectan negativamente este proceso.

Por ello, una buena decisión para cuidar la circulación sanguínea es, por ejemplo, dejar de fumar, reducir la ingesta de grasas saturadas y tratar de no permanecer sentado o de pie por períodos prolongados. Los expertos también recomiendan evitar el sobrepeso y la obesidad y adoptar hábitos de vida saludables que ayuden a prevenir afecciones como la diabetes y la hipertensión.

La mala circulación también puede ser consecuencia del proceso natural de envejecimiento del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes de esta afección son la hinchazón de las piernas, frío en las manos y los pies y calambres, según indica el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

Cuando existe una mala circulación sanguínea es posible que se experimenten síntomas como piel reseca y hormigueo. | Foto: Jonathan Kitchen

La alimentación es clave para permitir que la sangre fluya y por ello es importante evitar los azúcares y las harinas refinadas, hidratarse bien y decirle no a las bebidas con gas. Por el contrario, se debe incorporar a la dieta productos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que son de gran ayuda para prevenir los problemas circulatorios.

Té verde, aliado de la circulación

Uno de ellos es el té verde. Esta bebida ayuda a cuidar los vasos que transportan la sangre, además de que su consumo contribuye a fortalecer todo el sistema cardiovascular.

Según Tua Saúde, este té posee compuestos fenólicos, especialmente epigalocatequina, que le atribuye propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, las cuales ayudan a relajar los vasos sanguíneos. Es un alimento que además de favorecer la circulación, ayuda con el control de la presión arterial y la regulación de los niveles de colesterol, principalmente del “malo” (LDL), el cual puede depositarse en los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto o accidente cerebrovascular.

El té verde tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. | Foto: Getty Images

Esta planta puede ser utilizada en forma de té o infusión, pero siempre lo aconsejable es consumirla luego de consultar con el especialista. Para elaborar esta bebida se requiere de:

Ingredientes

  • Una cucharadita de hojas de té verde o una bolsita de té
  • Una taza de agua.

Modo de preparación

Se pone el agua al fuego hasta que llegue a punto de ebullición, se retira y se añaden las hojas o la bolsita de té verde y se deja reposar por 10 minutos. Se cuela o retira la bolsita y se bebe. Este té puede ser consumido de dos a cuatro veces al día, o de acuerdo con las indicaciones médicas. No obstante, para personas que sufren de presión alta, la recomendación es beber un máximo de tres tazas diarias.

El té verde no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Tampoco por personas que sufren de insomnio, hipertiroidismo, gastritis o hipertensión arterial. Asimismo, por contener cafeína en su composición, no se debería ingerir al final del día o en cantidades superiores a las recomendadas.

Los frutos secos y especialmente las nueces son saludables para cuidar la salud del corazón. | Foto: Libre de derechos

Alimentos que favorecen la circulación

Dado que la alimentación es clave para prevenir los problemas circulatorios, en la dieta no debería faltar lo siguiente:

Nueces: Estos frutos secos aportan ácido omega-3, que es un gran aliado del sistema circulatorio. Según el portal Saber Vivir, este nutriente protege los vasos sanguíneos, es antiinflamatorio y anticoagulante (ayuda a diluir la sangre), y como si fuera poco reduce la presión arterial y el colesterol malo.

Cebollas y frutos rojos: Los flavonoides presentes en alimentos como las cebollas, frambuesas, arándanos y otras bayas, ayudan a proteger las paredes de las venas y mejoran la circulación periférica.

Los frutos rojos son saludables para el sistema circulatorio y la tensión. | Foto: Getty Images

Aguacate: Esta fruta es rica en vitamina E, que se considera un anticoagulante natural que ayuda a diluir la sangre. Al respecto, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que es un nutriente que previene la formación de coágulos sanguíneos.

Ajo: “Se ha demostrado que este ingrediente protege la arteria aorta, encargada de distribuir la sangre que bombea el corazón, y logra reducir el espesor de la sangre”, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.

Vitamina C: Alimentos como el kiwi o el brócoli son importante fuente de vitamina C, la cual tiene gran acción antioxidante, por lo que protege y evita el daño que los radicales libres provocan en las células de las venas y las arterias, manteniéndolas fuertes y elásticas.