Según explica la Biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, cuando una persona padece de diabetes, sus niveles de azúcar (glucosa) en la sangre se encuentran elevados; la glucosa la obtiene el cuerpo a través de los alimentos que se consumen a diario.
“La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el número de personas con diabetes alcanzará los 109 millones en el 2040. Esta enfermedad es una de las principales causas de ceguera, ataque cardíaco, insuficiencia renal, amputación de miembros y derrames cerebrales a nivel mundial.
En este sentido, una buena alimentación es adecuada para prevenir y tratar la diabetes en cada uno de sus tipos. Por ende, es de vital importancia eliminar de la dieta todos aquellos productos que presenten un alto contenido de glucosa como, por ejemplo, las golosinas y las bebidas gaseosas.
De igual manera, es necesario destacar que existen diversos productos naturales que ayudan a controlar la diabetes y regular el azúcar en la sangre. En esta línea, el portal Healthline le recomienda a las personas consumir té de hibisco para evitar esta grave afección.
El té de hibisco o agua de jamaica, como también es conocido, cuenta con un alto contenido de antioxidantes de polifenol beneficiosos, incluyendo ácidos orgánicos y antocianinas, para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Asimismo, está compuesto por químicos potentes, en los que resaltan las teaflavinas y tearubiginas, que tienen propiedades antiinflamatorias y reductoras de glucosa.
Cinco síntomas poco conocidos de la diabetes
Alteración en la visión
Aunque esta enfermedad altera los fluidos corporales, entre estos la visión, algunos diabéticos, antes de ser diagnosticados, pueden ver bien y por eso dejan de usar gafas. No obstante, una vez la glucosa está regulada van a necesitarlas de nuevo.
Sin embargo, ello no se debe a una retinopatía diabética, una enfermedad que genera la obstrucción de los vasos sanguíneos de la parte trasera de los ojos.
Irritaciones cutáneas
Si la persona empieza a notar picor o irritación en la piel, debe establecer si se debe al clima u otros factores o, de lo contrario, deberá adelantar un análisis de sangre para ver los niveles de glucosa.
El portal Econcejos destaca que la diabetes alcanza a la circulación de la sangre y por ello las extremidades son las más propensas a la irritación.
Ronquidos
Los ronquidos pueden ser síntomas de muchas enfermedades, entre estas la diabetes. Por lo tanto, las personas experimentan intervalos respiratorios, debido al relajamiento de los músculos, encogiendo las vías respiratorias.
Así mismo, debido a los ronquidos, se termina perjudicando la entrada de aire en los pulmones, generando que se detenga el metabolismo de la glucosa.
Cuero cabelludo o caspa
Cuando hay demasiada azúcar en la sangre, el organismo trata de liberarla a través de la orina pero, si se elimina demasiada, algunas partes del cuerpo de deshidratan, lo que genera escamas en el cuero cabelludo y caspa (dermatitis seborreica).
Problemas de audición
Si la persona empieza a ver que necesita aumentar el volumen del televisor o de la radio, ello es una alarma de que puede estar padeciendo diabetes, pues está perdiendo paulatinamente audición.
De hecho, algunas investigaciones señalan que, aquellas persona que tiene más azúcar en la sangre, corren mayor riesgo de tener daños auditivos que otras, debido a que la elevada glucosa provoca daños en los vasos sanguíneos y en los nervios del oído interno.