El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo y se encuentra debajo de las costillas de su lado derecho, justo bajo el pulmón derecho, y tiene dos lóbulos, de acuerdo con la Sociedad Americana Contra El Cáncer.

Además, explicó las personas no pueden vivir sin hígado, ya que realiza muchas funciones importantes como, por ejemplo:

  • Descompone y almacena muchos de los nutrientes que el intestino absorbe y que el cuerpo necesita para funcionar. Algunos nutrientes tienen que ser transformados (ser metabolizados) en el hígado antes de usarse como fuente de energía o para crear y reparar el tejido.
  • Segrega bilis a los intestinos para ayudar a absorber los nutrientes (especialmente grasas).
  • Descompone alcohol, medicamentos, y desechos tóxicos en la sangre, que luego salen del cuerpo a través de la orina y las heces fecales

Adicional, existen muchos tipos de enfermedades hepáticas: enfermedades causadas por virus, como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C, enfermedades causadas por drogas, venenos o toxinas o por ingerir demasiado alcohol. Los ejemplos incluyen enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades hereditarias, como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por tal razón, al igual que con todos los órganos, es importante cuidarlo y por ello, el portal Mejor con Salud reveló que la infusión de “menta con hierbabuena ayuda al correcto funcionamiento del hígado, la vesícula biliar y todo el sistema digestivo”.

De hecho, la menta tiene propiedades antiinflamatorias, expectorantes, antisépticas, analgésicas, antibacterianas o antitusivas, entre otras. Principalmente, está compuesta por agua, fibra y minerales como el calcio, potasio, cobre o magnesio, además de vitaminas A, B, C y D. A esto se suma que contienen un muy bajo nivel de grasa y de carbohidratos.

Sin embargo, puede generar insomnio si se consume en altas cantidades. Por su contenido de mentol, no es recomendable para niños menores de dos años. Consumirla en exceso puede generar náuseas y diarrea, y no debe tomarse durante el embarazo porque puede provocar un aborto espontáneo.

Así las cosas, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) revelaron que hay muchas cosas que se pueden hacer para proteger el hígado de los daños, ayudarlo a sanar y apoyar su función:

  • Conocer cómo los medicamentos y los suplementos que se toman pueden afectar el hígado. Algunos medicamentos pueden causar hepatitis con pequeñas dosis, aun cuando el sistema de descomposición del hígado esté normal. Las dosis grandes de medicamentos pueden dañar un hígado normal. Por ello, se debe hablar con un médico sobre todos los medicamentos que se toman.
  • Evitar el contacto directo con toxinas de insecticidas, productos de limpieza y otros químicos.
  • Mantener un esquema de vacunación al día, incluyendo las vacunas contra los diferentes tipos de hepatitis.