El estreñimiento se caracteriza por las deposiciones poco frecuentes o la dificultad para evacuar, lo que se manifiesta durante varias semanas o más, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

De hecho, aunque el estreñimiento ocasional es muy común, algunas personas experimentan estreñimiento crónico que puede interferir en su capacidad de realizar sus tareas diarias.

Además, los factores que pueden aumentar el riesgo de tener estreñimiento incluyen: ser un adulto mayor, ser mujer, estar deshidratado, tener una dieta baja en fibras, hacer muy poca actividad física o ninguna, tomar ciertos medicamentos, incluidos los sedantes, estupefacientes, algunos antidepresivos o medicamentos para bajar la presión arterial, padecer un trastorno mental, como depresión, o un trastorno de la alimentación.

Por su parte, las personas cuando están buscando bajar de peso, por lo general buscan fórmulas rápidas para conseguir los resultados, pero los expertos señalan que la mejor forma para hacerlo es con una reducción en la ingesta de calorías y con un aumento de la actividad física.

Dicho lo anterior, el portal e-consejos reveló que el té de boldo es ideal para reducir el estreñimiento y para bajar de peso y solo hay que hervir una taza de agua y agregar 10 gramos de hoja de boldo.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, otros hábitos saludables que ayudan a mejorar el estreñimiento y a bajar de peso incluyen:

  • Hacer ejercicio. Es bueno seguir las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
  • Tener una alimentación saludable. Esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada, pero es importante tener en cuenta que la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Cuando se sienta el impulso de defecar, no pasarlo por alto y hacerlo en el momento. Adicional, es importante procurar establecer horarios regulares para evacuar el intestino, especialmente después de una comida.
  • Masticar bien. Es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.
  • Comer al menos cuatro porciones de vegetales y tres porciones de frutas diariamente.
  • Dormir lo suficiente. La mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud.