Cada una de las partes del cuerpo está compuesta por nutrientes, los cuales se encargan de formar dichas estructuras y permitirles su funcionamiento, como sucede con las proteínas que están presentes en la piel y las uñas. Es preciso por esa razón que la deficiencia de nutrientes puede incidir negativamente en su estado y apariencia.

En el caso específico de la piel, la falta de ciertos nutrientes pueden hacerla más susceptible a lesiones, producirle resequedad, irritación e inclusive propiciar el desarrollo de afecciones dermatológicas, mientras que las uñas tienden a ponerse quebradizas, deshidratadas y débiles.

Cuando esto ocurre es importante descartar que no se trate de una condición mayor o que esté asociada a otras enfermedades de base, consultándolo con los profesionales de la salud. Igualmente, puede tener un efecto positivo reforzar la ingesta de nutrientes buenos para la piel y las uñas, los cuales contribuyan a recuperar la apariencia sana de estas partes del cuerpo.

Una forma de hacerlo es a través de la alimentación, siendo los ingredientes presentes en las comidas las fuentes principales de macro y micronutrientes, tales como las proteínas, las grasas, las vitaminas y los minerales.

De hecho, hoy en día se le reconocen múltiples propiedades a determinados ingredientes que han tomado mayor fama, como el pepino, el café, el apio. Menor renombre tienen otros alimentos que gozan de diversos beneficios, como la granada.

Según la Fundación Española de la Nutrición, se cree que esta fruta es originaria del continente asiático, desde donde expandió a otras regiones. Al igual que sucede con otras frutas, una característica de la granada es que tiene un bajo aporte de calorías y su riqueza en nutrientes esenciales.

Por cada porción de 100 gramos de este alimento, la entidad señala que el organismo recibe cantidades considerables de vitaminas y minerales, como la vitamina A, la vitamina C, el potasio y otros compuestos antioxidantes.

Es gracias a esta composición nutricional que la ingesta de granada, en diversas presentaciones como té, infusión o jugo, puede favorecer el estado del cuerpo y de las partes que los componen como las uñas y la piel. Como detallan desde el blog Dos Farma, uno de los principales efectos de su consumo es que estimula la formación de proteínas como la elastina y el colágeno, que forman dichas estructuras.

Como detallan desde el blog Dos Farma, uno de los principales efectos de su consumo es que estimula la formación de proteínas como la elastina y el colágeno, que forman dichas estructuras. | Foto: Getty Images

Además, tiene un efecto humectante y antiinflamatorio, lo que es ideal para mejorar la apariencia de la piel. “El jugo de granada contiene niveles más altos de antioxidantes que la mayoría de los otros jugos de frutas”, agregan desde Medical News Today, destacando otra de las propiedades de este fruto. Lo anterior es bueno para la salud en general, ya que a los antioxidantes se les reconoce su trabajo para mitigar el daño de los radicales libres en las células.

Esta fruta se puede consumir en su estado natural, pero además preparada en modo de infusión o jugos. En esta ocasión desde el portal EConsejos comparten una receta para disfrutar de un té a base de la cáscara de granada para aprovechar sus beneficios.

Para ello se necesitará una taza de concha de granada, un litro de agua y endulzante de preferencia, ojalá miel. Lo primero, indica el portal, es poner a calentar el agua hasta que alcance su punto de ebullición y luego agregar las cáscaras de granada. Esta mezcla se debe cocinar por un tiempo de cinco minutos antes de apagar el fuego.

Luego se tapa el recipiente y se deja reposar la preparación por otros cinco minutos. Al servir se endulza al gusto.

La cantidad recomendada por el portal es de dos tazas al día, sin reservar la bebida para el día siguiente. De ninguna manera este artículo reemplaza una indicación profesional, por lo que se aconseja consultar con el médico antes de agregar esta fruta a la alimentación.