La acumulación de azúcar (glucosa) en la sangre es la principal causa de la diabetes que puede rerivar también en enfermedades cardiovasculares, por lo que se recomienda ir al médico para practicarse un sencillo análisis de sangre para determinar si se está frente a uno de esos riesgos.
La diabetes se entiende como una situación en la que el cuerpo no produce la cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la que produce.
Los especialistas han señalado que se trata de una enfermedad crónica, de larga duración, que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía.
El páncreas es el encargado de producir la insulina (una hormona que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía), de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, (CDC por sus siglas en inglés).
La falta de insulina lleva a que quede demasiada azúcar en el torrente sanguíneo, que puede derivar en problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y afectación en los riñones.
Debido a que hasta el momento no existe una cura para esta enfermedad, sí hay recomendaciones de los médicos para controlarla, como la pérdida de peso, consumir alimentos saludables y hacer ejercicio.
Previa consulta con un especialista, este puede formular un medicamento, también es importante atender las recomendaciones para autocontrol y asistir a las citas médicas programadas.
Tipos de diabetes
Tipo 1: Es causada por una reacción autoinmunitaria, es decir, que el cuerpo se ataca a sí mismo por error. Impide que el cuerpo produzca insulina. Se diagnostica en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Se estima que entre el 5 al 10 % de las personas que tienen diabetes tienen el tipo 1.
Tipo 2: Se presenta cuando el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales. Aproximadamente del 90 al 95 % de las personas con diabetes padecen este tipo.
En este caso, se deben tener en cuenta algunas recomendaciones para controlarla y evitar que la situación de salud se agrave.
-Bajar de peso si tiene sobrepeso.
- Tener una alimentación saludable.
- Hacer actividad física regularmente.
Diabetes gestacional: Aparece en mujeres embarazadas que nunca han tenido diabetes. En caso de que se presente, el bebé podría estar en mayor riesgo de presentar complicaciones de salud. La diabetes gestacional generalmente desaparece después de que nace el bebé.
Para los CDC, “es más probable que su bebé tenga obesidad cuando sea niño o adolescente y que presente diabetes tipo 2 más adelante en la vida”.
Prediabetes: Se estima que en Estados Unidos 96 millones de adultos (más de 1 de cada 3) tienen prediabetes. Lo que es peor, más de 8 de cada 10 de ellos no sabe que la tiene.
“Con la prediabetes, los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero aún no lo suficientemente altos como para un diagnóstico de diabetes tipo 2. Puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad del corazón y derrame cerebral”, señaló el organismo.
Enfermedad cardiovascular
Está relacionada con afectaciones al corazón y los vasos sanguíneos. La aterosclerosis ocurre cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes del vaso sanguíneo (arteria) y se forma una placa.
De no prestarse la atención adecuada, los vasos sanguíneos se pueden taponar que puede llevar a que se presente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
La cardiopatía coronaria (CHD, por sus siglas en inglés) que sucede cuando se acumula placa en las arterias que conducen al corazón. De no atenderse, esta situación puede debilitar el miocardio y provocar insuficiencia cardíaca o arritmias.
En relación con la insuficiencia cardíaca, esta ocurre cuando el miocardio se vuelve rígido o débil y no se puede bombear suficiente sangre oxigenada, lo cual causa síntomas en todo el cuerpo. Puede afectar solo el lado derecho o el lado izquierdo del corazón.
Cuando se habla de arritmias, se trata de problemas con la frecuencia cardíaca (pulso) o el ritmo cardíaco. Ocurre cuando el sistema eléctrico del corazón no funciona correctamente. El corazón puede palpitar demasiado rápido, demasiado lento o en forma irregular.
También está la arteriopatía coronaria (CAD, por sus siglas en inglés) que se produce cuando se estrechan las arterias y el corazón no puede recibir suficiente sangre y oxígeno. Puede producir un ataque cardíaco.
Enfermedades de las válvulas cardíacas, “estas ocurren cuando una de las cuatro válvulas en el corazón no funciona correctamente. La sangre puede escaparse a través de la válvula en la dirección equivocada (llamado regurgitación), o es posible que una válvula no se abra lo suficiente y bloquee el flujo sanguíneo (llamado estenosis). Un latido cardíaco inusual, llamado soplo cardíaco, es el síntoma más común”, según el portal Medline Plus.
Otra de las afectaciones es la arteriopatía periférica que sucede cuando las arterias de las piernas y los pies se estrechan debido a la acumulación de placa que puede lesionar los nervios y tejidos.
“La presión arterial alta (hipertensión) es una enfermedad cardiovascular que puede conducir a otros problemas, tales como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular”, señaló.
En ese tipo de enfermedades se encuentran los llamados accidentes cerebrovasculares, que sucede cuando se presenta una falta de flujo sanguíneo al cerebro. Se presenta cuando un coágulo de sangre viaja a los vasos sanguíneos en el cerebro o un sangrado en el cerebro.
Finalmente, en este grupo se encuentra la cardiopatía congénita, que es una afección que se presenta en la estructura y el funcionamiento del corazón presente al nacer.
Infusión de arándanos
Además de los tratamientos médicos, existen algunos complementos naturales que pueden ayudar a evitar los riesgos de diabetes y mejorar la salud cardiovascular, como el caso de la infusión (té) con arándanos debido a su aporte de sustancias antioxidantes.
Aunque regularmente se prepara con las hojas secas del arbusto, hay personas que le agregan el fruto seco para darle un sabor más afrutado.
La revista Antioxidants publicó un artículo en el que destacó que las hojas del arándano contienen flavonoides, antocianinas y procianidinas, se les atribuyen efectos antiinflamatorios, cardioprotectores y neuroprotectores, que contribuyen entre otros a reducir el colesterol.
Frente a la diabetes, esta infusión contribuye al control de los niveles de azúcar en sangre, por su contenido de antocianinas, que actúa de forma positiva contra la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
En relación con la salud cardiovascular, consumir este té de forma regular favorece la disminución de los lípidos dañinos en la sangre. Tiene efectos positivos en la reducción del colesterol malo (LDL) y puede ayudar a reducir los triglicéridos altos.
Así mismo, un estudio publicado en Scientific Reports , los investigadores determinaron que el consumo de estas bayas puede ser un complemento para prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares en humanos.
Otros de los beneficios de esta infusión son: Actividad antiinflamatoria por la presencia de ácido gálico que ayuda a controlar y prevenir una amplia variedad de enfermedades crónicas, como la artritis reumatoide, patologías mentales y alergias, entre otras.
Asimismo, mejora el estado de ánimo debido a la concentración de polifenoles. Un estudio publicado en la revista Nutrients, una dieta alta en polifenoles puede reducir los síntomas depresivos, el estrés y la ansiedad.
Ante momentos de tensión puede ser beneficioso el consumo de una taza de la infusión. Puede endulzarse con una cucharada de miel para disfrutar un sabor más agradable.
Finalmente, ayuda a fortalecer el sistema inmune por sus compuestos fenólicos. Sirve para reducir el riesgo de gripes, resfriados e infecciones.
Una investigación publicada en Journal of Immunology Research, los polifenoles promueven la inmunidad a patógenos a través de varios mecanismos inmunomoduladores, como la regulación de la acción de la mucosa intestinal y la inflamación.