La hipertensión, así como el aumento del colesterol ‘malo’ (conocido también como LDL) y un mayor incremento de azúcar en la sangre son padecimientos que no se deben pasar por alto, pues podrían desencadenar en afecciones de más cuidado relacionadas con el corazón. Otras se vinculan a accidentes cardiovasculares, insuficiencia renal y la visión.
Aunque pueda sonar repetitivo, la selección de alimentos y evitar el sedentarismo contribuyen a evitar o reducir el riesgo de complicaciones médicas. No en vano es que al diagnosticarse, por ejemplo, alguno de los problemas anteriores, la sugerencia inicial es revisar los patrones de comida y de qué prácticas se está abusando o dejando a un lado.
En lo que respecta al colesterol, esta sustancia es necesaria para el organismo; no obstante, cuando está en exceso aparece la acumulación en las arterias, según explica la plataforma MedlinePlus. Todo conduce a una cadena, pues una cantidad elevada de este deriva en la formación de placa que obstruye el tránsito sanguíneo hacia el corazón y, posteriormente, una insuficiencia de oxígeno (en casos ‘extremos’ aparecen los ataques).
Por su lado, la cantidad de glucosa en la sangre determina si se es propenso o no a sufrir de diabetes y es vital someterse periódicamente a pruebas para verificar si los niveles son adecuados o hay exceso de azúcar. Entre los síntomas que llevan a sospechar de anomalías, en ese sentido, se encuentran: mayor sensación de sed, resequedad en la boca y piel, debilidad, visión borrosa y una necesidad mayor de orinar.
El té con múltiples propósitos
Cabe destacar que ante alteraciones o cambios en el organismo, antes de poner en práctica algún tratamiento natural lo recomendable es hacerse revisar por un especialista. Dependiendo el diagnóstico, ciertas afecciones podrían ser tratadas complementariamente con remedios caseros, tal cual señala el portal mexicano Cocina Fácil.
El agua de Jamaica es subrayada por ese sitio web como una bebida con múltiples beneficios para el cuerpo y, en particular, cuando se tiene uno de los tres padecimientos ya mencionados. Entre sus propiedades están los antioxidantes, vitamina C y minerales, además del potencial antihipertensivo o protector para el corazón.
Sobre el beneficio antioxidante, Cocina Fácil menciona que ayuda a enfrentar las enfermedades del hígado al “neutralizar los radicales libres”. Su funcionalidad es mucho más amplia y se extiende al sistema inmune (haciendo al cuerpo más fuerte ante eventuales resfriados, por ejemplo). También tendría una capacidad diurética, de manera que nivela las deposiciones y ayuda contra el estreñimiento.
¿Cómo regular la presión arterial?
Tal cual explica MedlinePlus, la presión arterial ‘normal’ generalmente es menor a 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio). Algunos de los factores que la afectan son de tipo hormonal, cómo se encuentran los riñones, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso. El riesgo es más alto si el paciente tiene obesidad, diabetes, abusa de la sal, cuenta con antecedentes, se excede en el alcohol o fuma.
Ese sitio médico sugiere varios cambios en los hábitos de vida para regular la presión arterial y encabeza su listado con agregar el potasio y la fibra a la dieta, además de procurar que, en general, sea equilibrada. Otros consejos son aumentar la ingesta de agua, practicar ejercicio (mínimo tres veces a la semana), dejar atrás el cigarrillo y reducir el consumo de alcohol.
También es una buena alternativa consultar con un nutricionista qué plan de alimentación es más benéfico en cada caso y para el cual se tendrán en cuenta otras comorbilidades (de ser necesario). Es importante mencionar que otra consecuencia de una hipertensión no controlada podría llevar al flujo sanguíneo débil en las piernas.