El estrés se define como un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, el cual se presenta por diversas situaciones ya sea en el ámbito laboral o personal: exceso de trabajo, ansiedad, situaciones traumáticas, entre otros.

Según la compañía de salud Sanitas, existen diversos tipos de estrés. Uno de ellos, y el más común, es aquel que se considera normal y está relacionado con las reacciones fisiológicas que se dan en el organismo ante determinadas situaciones y que son naturales del día a día.

Otro es el patológico, que se presenta de modo intenso por periodos prolongados. Es posible que este tipo de estrés cause problemas físicos y psicológicos, transformándose en un padecimiento crónico y nocivo que puede provocar crisis de llanto, depresión y diversas afecciones físicas, dicen los especialistas.

En general, las personas experimentan esta situación de manera diferente. En algunos casos se presenta enojo e irritabilidad, no se puede dormir bien o se padece de dolores de cabeza o malestar estomacal.

El estrés puede ser crónico o agudo. | Foto: Getty Images

En ocasiones, el estrés libera hormonas que aceleran el corazón, hacen que la persona respire más rápido y le dan una descarga de energía. Puede ser útil cuando se requiere concentración o desarrollar un proyecto determinado, pero demasiado estrés o atravesar esta situación durante mucho tiempo no es bueno para la salud.

Té de jazmín

Una forma de aliviar la condición es con el consumo de algunos remedios naturales como el té de jazmín, planta a la que se le atribuyen propiedades relajantes. Esta bebida es conocida por sus beneficios medicinales, sus hojas son utilizadas para aliviar molestias dentales y sus flores para preparar infusiones que ayuden a aliviar malestares como dolores de cabeza, vértigo, mareos o bajar la fiebre, precisa el portal Gastrolab, de México.

Uno de los principales análisis en torno a sus bondades fue el publicado en el medio European Journal of Applied Physiology. Allí se concluyó que “la baja intensidad del aroma a té de jazmín tiene un ligero efecto sedante”, según cita una publicación de la revista Mejor con salud, escrita por Ekhiñe Graell.

De igual forma, esta bebida sería aliada de la pérdida de peso. La mencionada fuente refiere una investigación publicada en la revista Obesity Reviews, según la cual se han obtenido diferentes resultados del efecto de las mezclas de catequina y cafeína y de la suplementación solo con cafeína sobre el gasto energético y la oxidación de las grasas. “Por ejemplo, se observó que la oxidación de las grasas diarias solo aumenta significativamente tras la ingestión de mezclas de catequina y cafeína”, precisa.

La planta de jazmín tiene componentes que complementarían una dieta tendiente a bajar de peso. | Foto: Getty Images

Esta planta posee estos dos compuestos, por lo que su inclusión en una dieta tendiente a bajar de peso resultaría favorable, todo en el marco de una alimentación balanceada.

Otros beneficios

Además de estas bondades se le atribuyen otras. Por ejemplo, que ayudaría a mejorar la circulación de la sangre. Los causantes de este efecto son los componentes conocidos como polifenoles. Gracias a esto, el té de jazmín puede favorecer la salud del aparato cardiovascular, asegura Mejor con Salud.

De igual forma, se dice que gracias a su riqueza en antioxidantes combate los signos de la edad, debido a que le hace frente a los radicales libres de la piel, evitando así la oxidación de esta y la aparición de señales de envejecimiento.

La ingesta regular de té de jazmín ayudaría a prevenir el envejecimiento prematuro. | Foto: GettyImages

Por último, el consumo de té de jazmín disminuiría el riesgo de diabetes tipo 2. Su alto contenido de un compuesto conocido como EGCG contribuye a optimizar la utilización de insulina y reducir los niveles de glucosa en la sangre, concluye una investigación publicada en Journal of Agricultural and Food Chemistry.

¿Cómo preparar esta bebida?

Para elaborar este té se pone a hervir una taza de agua y se añade una bola de té o una cucharada de hojas sueltas. Se deja hervir durante algunos minutos, se retira del fuego, se deja reposar, cuela y consume. Lo más recomendable es no añadir ningún tipo de edulcorante con la finalidad de no alterar el sabor del jazmín. La frecuencia de su ingesta puede variar. Lo ideal es tomarlo al menos una vez al día, o en algún momento de estrés si se desean aprovechar sus propiedades calmantes, precisa Mejor con Salud.