La fatiga muscular es el agotamiento o cansancio de los músculos por una actividad física y de acuerdo con el Centro Avanzado de Traumatología Deportiva de España (Camde), sucede cuando los músculos no tienen la fuerza suficiente para continuar.

No obstante, otras causas de la fatiga muscular pueden ser: reducción de los niveles de calcio. Este componente se encarga de la adecuada contracción y relajación de los músculos; acumulación de ácido láctico; esfuerzo demasiado intenso; falta de recuperación; ejecución de técnica incorrecta; estancamiento en los entrenamientos; problemas de sueño; planificación inadecuada; problemas con la glándula tiroides; anemia; consumo de drogas, tabaco o alcohol; efectos secundarios de algunos medicamentos, y mala alimentación o inadecuada hidratación.

Así las cosas, en un blog publicado en su portal web indica que los síntomas son:

  • Respiración acelerada e irregular.
  • Aumento del ritmo cardiaco.
  • Falta de coordinación y de fuerza.
  • Molestias y dolor generalizado.
  • Pesadez y rigidez muscular.
  • Agotamiento.
  • Sensación de incomodidad y debilidad general.

Por su parte, el insomnio es un trastorno del sueño común y por lo general dura días o semanas, según explicó MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

De hecho, hay que señalar que el sueño es esencial para gozar de una salud óptima y lo que recomiendan expertos es dormir entre siete y ocho horas por la noche. Además, la falta de sueño puede afectar negativamente el humor y el temperamento, así como la habilidad para concentrarnos en las tareas cotidianas.

La doctora Stacy M. Peterson y Brooke L. Werneburg explicaron a Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, que la falta de sueño influye en lo que se come y cuánto se come, dado que las hormonas se regulan durante el sueño y al faltar horas de sueño, las hormonas del hambre se descontrolan y eso aumenta la sensación de hambre y disminuye la saciedad.

Por tal razón, El Universal reveló que la infusión de hierbas de manzanilla, hinojo y cedrón ayuda a conciliar el sueño y por sus efectos relajantes, la fatiga muscular se puede disminuir.

No obstante, cabe señalar que, al igual que con otros remedios naturales o caseros, es importante consultar con el médico tratante la conveniencia de su consumo dado que, en algunos casos, las propiedades de algunas plantas podrían reversar el efecto de algunos medicamentos o se podrían generar contraindicaciones en personas con ciertas afecciones.

Adicional, porque muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento, aunque, natural no quiere decir seguro, a menos que se tomen de la manera indicada.

Cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura

  • Poner atención a las afirmaciones hechas acerca del producto. ¿Cómo se describe el producto? ¿Es una píldora “milagrosa” que “desaparece” la grasa? ¿Funcionará más rápido que el cuidado normal? ¿Es un secreto que su proveedor de atención médica y las compañías aseguradoras no quieren que sepa? Tales declaraciones son señales de alerta. Si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea.
  • Las “historias de la vida real” no son pruebas científicas.
  • No hay que darle suplementos herbales a los niños ni se deben emplear si se tiene más de 65 años de edad.
  • No usar remedios herbales sin hablar primero con un experto de la salud y en especial si se está tomando cualquier medicamento.
  • No utilizarlos si se está en embarazo o amamantando.
  • No usarlos si se va a tener una cirugía.

Datos que se deben saber acerca de las hierbas medicinales:

  • No son reguladas como los medicamentos.
  • No necesitan someterse a estrictas pruebas antes de venderse.
  • Es posible que no funcionen como se anuncia.
  • Las etiquetas no necesitan aprobación. Podrían no mostrar la cantidad correcta de un ingrediente.
  • Algunas hierbas medicinales pueden contener ingredientes o contaminantes no mencionados en la etiqueta.