Por su sabor y aroma característicos, el laurel es una planta medicinal muy conocida en la gastronomía y utilizada en diferentes preparaciones.
Según la Fundación Española de la Nutrición, esta planta ayuda al sistema digestivo, gracias a que estimula el apetito, las secreciones digestivas y los movimientos intestinales, facilita la digestión, mejora y previene la acidez estomacal y los espasmos intestinales, además de ser indicada para el sistema respiratorio.
Las hojas de esta planta son ricas en potasio, magnesio y vitaminas B6, B9 y C. Además, posee una acción diurética, antifúngica, antirreumática, antiinflamatoria, digestiva, estimulante, antioxidante y expectorante.
El medio de comunicación especializado en moda y belleza, Glamour, listó otros beneficios que trae el laurel, sobre todo, preparado en forma de té:
- Relaja: este líquido ayuda a reducir la ansiedad producida por el estrés del trabajo o algunas situaciones presentes en el diario vivir.
- Reduce la cintura: para sacar este tipo de cualidades del té de laurel se le puede agregar un poco de canela. Se recomienda tomar la bebida tibia por las mañanas para que el metabolismo se acelere y la grasa en el cuerpo se queme más rápido.
- Aliado durante el embarazo: gracias a su alto contenido en ácido fólico es recomendado para sobrellevar los síntomas del embarazo. Además, puede prevenir malformaciones del feto o de la medula espinal del mismo.
- Rejuvenece: de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, Institutos Nacionales de Salud, el laurel está compuesto de antioxidantes que contribuyen a evitar el envejecimiento prematuro y mantienen la piel firme.
- Mejora la circulación: las hojas de laurel logran regular la frecuencia cardiaca, la presión arterial, y por lo tanto, la circulación sanguínea. Por ello, el consumo frecuente de este té puede prevenir las várices.
Para preparar el té de laurel, según el portal Tua Saúde, es necesario tener tres hojas de laurel secas y una taza de agua hirviendo.
Preparación:
1. Hervir agua y colocar las hojas de laurel en ella.
2. Bajar del fuego y dejar reposar alrededor de 10 minutos.
3. Beber inmediatamente. Si se siente la necesidad, endulzar un poco.
4. Ingerir de tres a cuatro veces por día.
Hábitos que ayudan a tener una buena digestión
La digestión es un tema de gran relevancia para los especialistas médicos, como para la población en general, lo primero que debe atender es que para mejorarla hay que adoptar hábitos.
Se entiende un hábito como una acción o práctica que permanece con el paso del tiempo y se ajusta a un estilo de vida. Para la Clínica de Mayo, los hábitos saludables son el conducto para evitar estragos después de los 50 años.
Por su parte, el sitio web Farma 13 explica que entre las molestias más frecuentes que muchas personas tienen por su mala digestión se encuentra el estreñimiento, pero este y otros trastornos no se mejoran únicamente con remedios, sino que se debe atender a los hábitos como:
1. Comer despacio: los conocedores del tema detallan que a la hora de comer se debe masticar bien los alimentos y evitar la ansiedad en la mesa. Asimismo, ingerir alimentos con tiempo da mayor sensación de saciedad, mientras favorece el proceso digestivo para prevenir molestias como la pesadez y la llenura, según Asana.
2. Tomar agua: la recomendación es consumir este líquido natural todos los días, pues el agua se puede adherir a las fibras de algunos alimentos y favorecer el tránsito intestinal para evacuar el vientre.
3. Lavarse las manos: aunque este hábito no está directamente relacionado con la ingesta, el citado sitio web farmacéutico detalla que se debe lavar las manos antes de cocinar y consumir los alimentos. Con esta práctica, se evitan enfermedades del estómago por bacterias.
“Algunas de las diarreas y dolores de estómago están causadas por una mala higiene de las manos”, añaden.
4. Incluir alimentos fermentados: aparte de las recomendaciones que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre la incorporación de frutas y verduras a una dieta diaria, también se encuentran los alimentos fermentados.
Lo que hace especiales a esta categoría de alimentos es que han sido alterados por microbios. Por ende, tienen lactobacilos: un tipo de bacterias buenas para la salud. De acuerdo con Farma 13, productos como yogur natural, kimchi, chucrut, kéfir, kombucha, tempeh, son fermentados y se aconsejan para tener una buena digestión.
5. Ejercicio: este hábito es un aliado infaltable para cuidar el cuerpo a grandes rasgos. En el caso de la salud digestiva, cuando una persona es sedentaria, tiende a padecer sobrepeso que puede pasar a un diagnóstico de obesidad, enfermedad catalogada por la OMS como una epidemia. En ese sentido, los especialistas dicen que el ejercicio no implica ir a un gimnasio y quemar calorías, sino que se puede tratar de caminar por un parque, saltar la cuerda o trotar por varios minutos. Con ello, el cuerpo se adapta a necesitar energía y el aparato digestivo comienza a vitalizarse.