La diabetes es una de las enfermedades que más preocupan a las autoridades sanitarias mundiales y nacionales, debido a que se ha vuelto cada vez más frecuente y su prevalencia ha aumentado sobre todo entre niños y jóvenes durante los últimos años.
Se trata de un padecimiento relacionado con la capacidad que tiene el cuerpo para producir y gestionar la insulina, una hormona producida en el páncreas que tiene la función de llevar la glucosa a las células del cuerpo, que a su vez la utilizan como energía.
Uno de los puntos claves para reducir la prevalencia de esta enfermedad tiene que ver con la alimentación. Llevar una dieta saludable y balanceada no solo puede ser útil para el bienestar del organismo en otros sentidos, sino que ayuda a evitar distintos padecimientos, como la diabetes.
“Es importante reducir la cantidad de calorías que consume y bebe cada día, para que pueda perder peso y no recuperarlo. Para lograrlo, su dieta debe incluir porciones más pequeñas y menos grasa y azúcar”, indica MedlinePlus, la enciclopedia de información en salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Esa fuente sanitaria advierte que hay que tener en cuenta algunos aspectos a la hora de alimentarse. Por ejemplo, hay alimentos que contienen carbohidratos que pueden causar incrementos en los niveles de azúcar que hay en la sangre; no obstante, hay otros carbohidratos que pueden trabajar más despacio y, por el contrario, evitan que haya aumentos repentinos en la cantidad de glucosa.
Una medida que se usa frecuentemente para determinar qué tanto puede aumentar el azúcar con el consumo de determinados alimentos es el índice glucémico (IG), que según MedlinePlus permite reflejar “la rapidez con la que incrementan la glucosa en la sangre en comparación con la glucosa (azúcar) pura”.
Esta escala tiene valores que van del 0 al 100 y MedlinePlus anota que, cuando se trata de glucosa pura, se le asigna un valor de 100.
En la práctica, consumir alimentos con un IG bajo puede ayudar a que los pacientes tengan mejor capacidad para controlar mejor los niveles de azúcar. Por ello, tener en cuenta cuál es el IG de cada comida puede ser de gran utilidad para los pacientes que han sido diagnosticados con diabetes e incluso puede ayudar a las personas que están buscando bajar de peso.
Algo clave en estos cálculos es la forma en la que se presentan o preparan los alimentos. En el caso del arroz, por ejemplo, su puntuación en el IG cambia drásticamente dependiendo de la forma en la que se consuma.
En el caso del arroz sancochado o transformado, MedlinePlus advierte que tiene un puntaje de entre 0 y 55 en IG, lo cual es considerado bajo. Mientras tanto, el arroz integral tiene un IG moderado, pues se encuentra entre el grupo de alimentos con un puntaje de entre 56 y 69.
No obstante, según los datos de MedlinePlus, es fundamental tener cuidado con el arroz blanco, que entra dentro del grupo de alimentos que tienen un IG alto, pues es calificado con más de 70 puntos en la escala.
Esto no significa necesariamente que los alimentos con IG alto estén totalmente prohibidos. “Cuando consuma un alimento con un IG alto, combínelo con alimentos con IG bajo para equilibrar el efecto en sus niveles de glucosa. El IG de un alimento y su impacto en personas con diabetes puede cambiar cuando usted lo combina con otros alimentos”, explica MedlinePlus.
También deben tenerse en cuenta otros factores como el tamaño de las porciones, la cantidad y el tipo de carbohidratos que tienen los alimentos, aun cuando se trate de comidas que tienen un IG bajo.
Estas consideraciones pueden ayudar a armar una dieta saludable que generalmente se puede realizar con la ayuda de los profesionales médicos, quienes pueden dar recomendaciones que facilitarán que el consumo de alimentos sea el más sencillo y adecuado posible.