Es el cáncer es una enfermedad que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo, a las cuales se les denomina malignas.

En condiciones normales, las células se multiplican cuando el cuerpo las necesita, y mueren cuando se dañan o cuando el organismo no las requiere, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. “El cáncer se presenta cuando el material genético de una célula cambia. Eso provoca que estas crezcan fuera de control. Las células se dividen demasiado rápido y no mueren de la manera normal”, precisa.

Esta es una afección que puede desarrollarse en diferentes partes del cuerpo y el hígado es una de ellas. Este órganos cumple con diversas funciones clave para el buen funcionamiento del organismo. Por ejemplo, es determinante para el metabolismo, el sistema inmunológico y el digestivo.

El dolor en el abdomen puede ser síntoma de diversas afecciones complejas. | Foto: Getty Images

Tiene dentro de sus funciones eliminar toxinas, almacenar nutrientes y digerir grasas, al tiempo que trabaja en la depuración de la sangre. También contribuye a procesar la glucosa proveniente del metabolismo de los carbohidratos a nivel intestinal, para producir la energía que el organismo requiere para su normal funcionamiento.

Este tipo de cáncer comienza en las células hepáticas y puede ser de varios tipos, según el instituto de investigación Mayo Clinic. El más común es el carcinoma hepatocelular, que comienza en el tipo principal de célula hepática (hepatocito). Otras formas son el colangiocarcinoma intrahepático y el hepatoblastoma, que son menos comunes.

El cáncer que se disemina al hígado es más común que el que comienza en las células hepáticas. Cuando esta enfermedad inicia en otra área del cuerpo, como el colon, el pulmón o las mamas, y luego se disemina al hígado, se denomina cáncer metastásico. Este tipo lleva el nombre del órgano en el que comenzó.

El cáncer de hígado se manifista con dolor en el abdomen. | Foto: Getty Images

Síntomas de esta enfermedad

Normalmente las personas que enfrentan este padecimiento no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del cáncer primario. Normalmente se evidencian cuando la enfermedad ya ha avanzado y son los siguientes:

  • Pérdida de peso sin proponértelo
  • Pérdida de apetito
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad y fatiga general
  • Hinchazón abdominal
  • Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Heces blancas o blanquecinas

Factores de riesgo

Existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer primario de hígado, de acuerdo con los expertos y estos son algunos de ellos:

  • Cirrosis. Esta afección progresiva e irreversible hace que se forme tejido cicatricial en el hígado y aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de hígado.
Este es el cáncer de hígado genera pérdida de apetito. | Foto: GettyImages
  • Ciertas enfermedades hepáticas hereditarias. Algunas afecciones hepáticas como la hemocromatosis y la enfermedad de Wilson, pueden aumentar el riesgo de enfrentar el mencionado tipo de cáncer.
  • Diabetes. Las personas con este trastorno del azúcar en sangre tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado que las que no tienen diabetes.
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico. Una acumulación de grasa en el hígado aumenta el riesgo.
  • Consumo excesivo de alcohol. Consumir diariamente y durante muchos años una cantidad de alcohol superior a la moderada puede llevar a un daño hepático irreversible y aumentar el riesgo de enfrentar este padecimiento.