En internet hay un sinfín de dietas para bajar de peso, aumentar masa muscular, llevar una vida saludable, entre otras; sin embargo, este tipo de procesos es mejor llevarlos a cabo de la mano de un especialista para evitar complicaciones o que incluso la salud de la persona se complique.
Hablando de dietas, investigadores de la Universidad de Stanford revelaron que un plan de alimentación que contenga grasas saludables y reduzca al máximo la ingesta de carbohidratos saturados y azúcares puede prolongar los años de vida de una persona. Esta dieta se conoce como cetogénica y evita que las células se vean afectadas por el estrés.
Este plan de alimentación se ha hecho famoso a nivel mundial, ya que por medio de su práctica un número significativo de personas ha logrado bajar de peso. Como esta dieta se enfoca en el consumo de grasas, esto hace que el cuerpo se acostumbre a quemar grasa y a trasformarla en energía.
Mayo Clinic define este plan de alimentación consiste en consumir las porciones acordes para las condiciones físicas de cada persona: “La dieta cetogénica consiste en consumir los alimentos adecuados en las proporciones correctas. Cuando se hace bien, el cuerpo empezará a quemar la grasa almacenada”.
Jason Ewoldt, dietista de bienestar del Programa para Vida Sana de Mayo Clinic menciona que aunque esta dieta se ha puesto de moda desde hace poco, esta se empezó a implementar desde el año 1920 para tratar niños con epilepsia, incluso hay profesionales de la salud que aún la implementan en los pacientes que padecen de esta enfermedad.
Ewoldt menciona que la dieta de las personas en Estados Unidos está basada en el consumo de carbohidratos; “estos componen el 50 % de su plan de alimentación y se convierten en glucosa para el cuerpo, las células se encargan de quemarla y usan ese compuesto como combustible”.
Como en la dieta cetogénica se reemplazan los carbohidratos por grasas, “el cuerpo, por necesidad, se aleja de la glucosa y en su lugar utiliza los ácidos grasos y los cuerpos cetónicos como energía. Este proceso se llama cetosis, de ahí el nombre de la dieta”.
El especialista menciona algunos alimentos que están involucrados en esta dieta: “las nueces, las semillas, el queso y otros productos lácteos, el yogur griego natural, las verduras sin almidón y fibrosas, los aceites, junto con cantidades más pequeñas de carnes, huevos y pescado, son los pilares de la dieta cetogénica”.
También menciona los productos que se deben eliminar: “carbohidratos, incluidos el pan y los productos horneados, los dulces, los fideos, los cereales de desayuno, las verduras con almidón como las papas, el maíz y los guisantes, los frijoles, la fruta y la cerveza”.
Para finalizar, el profesional de la salud brinda una advertencia para quienes se quieren arriesgar a llevar a cabo este plan de alimentación: “Esta es una dieta muy restrictiva que es difícil de seguir. La persona promedio no la va a seguir cumpliendo a largo plazo. Además, debido a que el contenido de grasas saturadas es alto, junto con cantidades limitadas de frutas, verduras y cereales integrales, no es óptima para la salud”.
Pese a esta advertencia, un estudio publicado en Cell Metabolism menciona que esta dieta tiene efectos positivos en las células. Al hacer pruebas con ratones, los investigadores hallaron que los roedores que dejaron de consumir alimentos durante uno o dos días incrementaron la buena salud de sus células.
“Descubrimos que el ayuno induce la resiliencia en las células madre musculares para que sobrevivan durante la privación y estén disponibles para reparar los músculos cuando los nutrientes estén nuevamente disponibles”, aseveró el doctor Thomas Rando, profesor de neurología en Stanford en un comunicado de la Universidad.
Los expertos menciona que un ayuno es imposible de sostener, pero indican que la dieta cetogénica es más fácil de sobrellevar y podría tener los mismos efectos en las células que el ayuno; sin embargo, antes de arriesgarse a llevar a cabo esta dieta es importante consultar con un especialista.