Las conocidas “piedras en los riñones” son identificadas médicamente como cálculos renales. A medida que avanzan, complican más la salud de quien los padece, causándole fuertes dolores e impidiéndole orinar. En efecto, estos cálculos tienden a obstaculizar las vías del sistema renal, explicó el portal de la Biblioteca Nacional de medicina de Estados Unidos, Medline Plus.
“Una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón debido a sustancias presentes en la orina. Puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una perla”, explicó el portal mencionado. Y agregó que este tipo de piedras suelen salir por sí solas a través de la orina, aunque, algunas veces, la situación se puede complicar y generar afectaciones mayores a la salud.
El detectar este tipo de afección es vital para evitar complicaciones. Por ello, el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés) explicó cómo se suele sentir el dolor con el que se detecta si una persona está sufriendo de piedras en los riñones.
Según explicó el portal citado, se trata de un dolor agudo en la parte baja de la espalda. Incluso, puede presentarse en los laterales del tronco, en la el abdomen bajo y en la ingle. Este tipo de dolencia podría permanecer por tiempos cortos, o ir y venir en algunos momentos. También se puede presentar acompañado de vómito o náuseas.
Otros síntomas son: presencia de sangre (de color rosado, rojo o café) en la orina, también llamada hematuria; necesidad constante de orinar; dolor al orinar; incapacidad de orinar o solo poder orinar una pequeña cantidad, orina turbia o maloliente, fiebre y escalofríos, recoge el portal especializado.
Los hábitos que estarían afectando la salud de los riñones
BlueNetHospitals, el sistema privado de atención médica líder en Los Cabos, explica que hay distintos hábitos que pueden afectar el adecuado funcionamiento de los riñones y la salud. Entre ellos se incluyen:
Alto consumo de gaseosas. La entidad cita un estudio realizado por la Universidad de Osaka (Japón), en el que los investigadores hallaron que las personas que beben dos o más gaseosas al día son más propensos a tener proteínas (proteinuria) en la orina, un signo temprano de daño renal, “aunque en esta etapa todavía es posible revertir los daños. Estas bebidas están relacionadas con el mayor riesgo de padecer cálculos renales”, dice BlueNetHospitals.
Exceso de sodio. Cuando se consume sal (sodio) en exceso, los riñones deben trabajar el doble, debido a que una de sus funciones es metabolizar el sodio que se ingiere a través de los alimentos. A largo plazo, este esfuerzo puede provocar daños en estos órganos.
Consumo de cafeína. Tomar cafeína no supone un daño directo para los riñones, pero su ingesta en exceso, sí, debido a que puede causar un aumento en la presión arterial.
Abuso de analgésicos. “La mayoría de personas cree que son la mejor solución para aliviar sus dolencias. Sin embargo, se ha evidenciado que el abuso de medicamentos analgésicos tiene serios efectos secundarios, entre los que se incluye el daño renal”, explica BlueNetHospitals.
Beber alcohol en exceso. La ingesta de cualquier alimento o producto en exceso es mala. La entidad explica que el alcohol es un producto que contiene toxinas y componentes químicos que resultan agresivos con los riñones y el hígado y pueden dañarlos en el corto plazo.
Alimentos de alta proteína. La proteína es necesaria para el buen funcionamiento del organismo, sin embargo, el consumo en exceso de carnes rojas, pescado y huevos obliga a los riñones a trabajar más “por la carga metabólica que generan”, dice.
No atender la necesidad de orinar. Retener la orina no es bueno para la salud, pues en el caso de los riñones puede provocar dos importantes problemas para la salud: insuficiencia renal o incontinencia, reseña el artículo publicado por BlueNetHospitals.