La memoria es el proceso de almacenamiento para luego recordar una determinada información, pues el cerebro no puede almacenar todo, por lo que tiene que decidir qué vale la pena recordar, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, señaló que hay dos tipos de memoria:

  • Memoria de corto plazo: almacena información por unos pocos segundos o minutos.
  • Memoria de largo plazo: almacena por un período más largo de tiempo.
El cerebro, al igual que el resto del cuerpo, cambia con la edad. | Foto: Derek Berwin. 2014

Ahora bien, es importante señalar que la concentración es la capacidad de mantener la atención en determinada actividad. No obstante, con el pasar de los años la memoria falla y la concentración se disminuye.

Por ello, el diario ABC de España reveló que el tipo de música que se debe escuchar para mejorar la memoria y la concentración es la clásica, pues según una investigación de la Universidad de Helsinki que fue citada por el diario, “la música clásica ayuda a poner el cerebro en ‘modo alfa’, mejorando así el enfoque, la concentración y la capacidad de aprendizaje. Incluso se ha demostrado que regula los genes responsables de la función cerebral”.

La música sirve como terapia médica. | Foto: Getty Images

Adicional, según Europa Press el psicólogo Manfred Clynes explica en su libro La Música, la Mente y el Cerebro cómo la música clásica estimula la creatividad y la imaginación; ya que en la actualidad existen evidencias científicas que demuestran cómo la experiencia y el entrenamiento musical mejoran las funciones cerebrales.

Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que “las investigaciones sugieren que escuchar o cantar canciones puede proporcionar beneficios emocionales y conductuales en personas con enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia”.

Por su parte, la entidad compartió algunos consejos prácticos para mejorar la memoria y la concentración, y son:

1. Hacer ejercicio: La actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero, incluso al cerebro y lo ideal es realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

2. Ejercitar la mente: Las actividades que estimulan la mente ayudan a mantener el cerebro en forma, y podrían evitar la pérdida de la memoria. Por ello, algunas recomendaciones son: hacer crucigramas, jugar bridge, aprenderse números telefónicos o direcciones, aprender nuevos idiomas, tocar algún instrumento, cocinar, entre otras.

Si la pérdida de memoria afecta la capacidad para realizar las actividades diarias, es importante consultar a un médico. | Foto: Getty Images

3. Dormir bien: Dormir es importante para ayudar a consolidar los recuerdos, de modo que se puedan recordar más adelante. Por ello, la mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por día.

4. Tener una alimentación saludable: Esta debe tener frutas, verduras, granos integrales, proteínas bajas en grasa, como el pescado, los frijoles y la carne de pollo sin piel.

5. Evitar las drogas, el alcohol y el cigarrillo: Estas sustancias pueden ocasionar pérdida de memoria, pues alteran el flujo sanguíneo cerebral.

De igual forma, recomendó en su portal web evitar las distracciones y no hacer demasiadas cosas a la vez. “Si se concentra en la información que está tratando de retener, es más probable que la recuerde más tarde. También puede ser útil relacionar lo que está tratando de retener con una de sus canciones favoritas u otro concepto familiar”, señaló.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.