Los profesionales de la salud recomiendan llevar buenos hábitos durante toda la vida para garantizar una buena vejez y evitar cierto tipo de enfermedades, dentro de estos buenos hábitos se encuentra la alimentación; esta debe incluir productos de todos los grupos como proteínas, carbohidratos en su estado natural, legumbres, frutas, verduras y grasas saludables.
Las frutas y las verduras juegan un papel importante en la salud, debido a que contienen altos niveles de nutrientes, vitaminas y antioxidantes esenciales para el desarrollo y la buena salud del cuerpo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones de fruta al día intercalándolas con verduras; es decir, que las hortalizas deben estar presentes en el almuerzo y la cena; y las frutas en el desayuno y en las dos meriendas del día.
El medio Infobae, en su sección de salud, menciona algunas verduras que cuando se cocinan se potencian sus beneficios, contrario a lo que se cree que es mejor ingerirlas crudas.
- Espárragos: todos los seres vivos están formados por células; dentro de las paredes celulares de algunas hortalizas a veces quedan atrapados relevantes nutrientes. Cuando estos productos se cocinan, las paredes del mismo se rompen liberando un sinfín de compuestos que son absorbidos por el cuerpo de manera más rápida. “La cocción de los espárragos rompe sus paredes celulares, haciendo que las vitaminas A, B9, C y E estén más disponibles para ser absorbidas”, señala el medio.
- Setas: estos alimentos tienen un alto contenido de antioxidantes, cuando se cocina se libera uno que se conoce como ergotioneína que cumple la función de descomponer determinadas sustancias químicas (radicales libres) que pueden dañar las células del cuerpo ocasionando enfermedades y envejecimiento prematuro.
- Espinacas: esta hortaliza tiene un alto contenido de hierro, magnesio, calcio y zinc; sin embargo, estos componentes se potencializan cuando se cocina la verdura. “Las investigaciones sugieren que la cocción al vapor de las espinacas mantiene sus niveles de folato (B9), lo que puede reducir el riesgo de ciertos cánceres”.
- Tomates: el licopeno es el antioxidante presente en los tomates; se cree que este compuesto tiene la capacidad de reducir enfermedades crónicas como cáncer y patologías relacionadas con el funcionamiento del corazón. Cocinar los tomates puede reducir sus niveles de vitamina C en un 29 %; sin embargo, los niveles de licopeno aumentaron un 50 % tras haber cocinado el producto durante 30 minutos.
- Zanahorias: las zanahorias que se cocinan tienen más betacaroteno que las crudas; esta sustancia el cuerpo la convierte en vitamina A. Este componente liposoluble favorece el crecimiento de los huesos, fortalece el sistema inmune y mejora la agudeza de la visión.
- Pimentón: los antioxidantes que componen este alimento fortalecen el sistema inmune; el calor rompe las paredes de esta verdura, lo que permite que sus nutrientes sean absorbidos por el cuerpo de una mejor manera.
- Brócoli, coliflor y coles de Bruselas: estos alimentos tienen un alto contenido de glucosinolatos; el cuerpo usa esta sustancia para combatir varios tipos de cáncer. “La investigación ha descubierto que la cocción al vapor de estas verduras conserva tanto la vitamina C como la mirosinasa y, por tanto, los compuestos que combaten el cáncer que se pueden obtener de ellas”, resalta Infobae.