La digestión es el proceso mediante el cual el organismo descompone los alimentos en sustancias que utiliza como energía y para el crecimiento y reparación de los tejidos.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos indica que esta es importante, porque el cuerpo necesita los nutrientes provenientes de los alimentos y bebidas para funcionar correctamente y mantenerse sano.

“Las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas, los minerales y el agua son nutrientes. El aparato digestivo descompone químicamente los nutrientes en partes lo suficientemente pequeñas como para que el cuerpo pueda absorberlos y usarlos para la energía, crecimiento y reparación de las células”, precisa la mencionada institución.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos afirma que, si el cuerpo no realiza una buena digestión, se pueden presentar síntomas o trastornos como sangre en las evacuaciones, cambios en los hábitos intestinales, dolor abdominal severo, pérdida de peso no intencional y acidez que no mejora con la ingesta de antiácidos.

Una de las formas de ayudar a que la digestión se realice de manera adecuada y evitar inconvenientes estomacales es con el consumo de infusiones. Muchas plantas ofrecen propiedades y contienen elementos que resultan favorables en este propósito.

Una publicación del portal Mejor con Salud indica que se puede tomar una infusión después de comer para evitar la aparición del malestar o cuando este ya está presente. Las siguientes, son algunas de las más reconocidas por sus bondades medicinales.

Manzanilla: Esta hierba se puede consumir usando sus hojas y también sus flores. El portal Saber Vivir, de España, indica que esta planta contribuye a que no se acumulen gases en el estómago y alivia la pesadez abdominal. Además, ayuda a controlar los nervios y es recomendada para combatir el insomnio.

Para preparar una infusión se requiere de dos cucharadas de flores y una taza de agua. Se pone el agua a hervir y luego se adicionan las flores. Se deja que llegue al punto de ebullición y luego se retira del fuego, se deja reposar y posteriormente se cuela y ya estará lista para tomar.

Hinojo: En la cultura popular se dice que esta infusión estimula y facilita la expulsión de gases intestinales, aunque no hay suficiente evidencia al respecto. Para elaborar la bebida se requiere de una cucharada de hinojo seco. Se calienta una taza de agua, cuando llega a ebullición se pone en un recipiente junto con el hinojo, se deja reposar durante cinco minutos estando tapada, se cuela y se ingiere.

Jengibre: Esta infusión podría resultar efectiva si la persona tiene los intestinos inflamados, ya que hay estudios que confirman sus propiedades antinflamatorias, asegura Mejor con Salud. Además, se dice que previene las náuseas, los vómitos, la dispepsia y los gases.

Para preparar una infusión se requiere de una cucharadita de jengibre rallado y una taza de agua, la cual se calienta y luego se vierte en un recipiente con el jengibre. Se deja tapada durante cinco minutos, se cuela y se toma.

Anís: Tanto el anís estrellado como el verde son recomendados para ayudar a aliviar los cólicos y las flatulencias. También aporta para abrir el apetito cuando una persona tiene trastornos alimentarios.

Menta: La infusión de menta ayuda a sintetizar mejor las grasas. Esta planta contrinuye a aliviar tanto las náuseas como los síntomas del síndrome de colon irritable. Se necesitan tres hojas de menta y una taza de agua. Se pone a hervir y cuando llegue a punto de ebullición se agregan las hojas y se dejan durante dos minutos, luego se apaga el fuego, se deja reposar, se cuela y se toma tibia.

Boldo: Esta infusión previene la pesadez de estómago, protege el hígado y estimula la vesícula biliar. También facilita la digestión de las grasas y previene la formación de cálculos biliares, precisa el porta Saber Vivir. Esta planta tiene, además, un efecto diurético por lo que ayuda a eliminar líquidos y depurar el cuerpo de toxinas.