Las infecciones urinarias son muy comunes y se presentan cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias. Pueden afectar a distintas partes, pero la infección de vejiga (cistitis) es el tipo más común, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Los expertos aseguran que la infección de los riñones, conocida como pielonefritis, es otro tipo y si bien es menos común que la de vejiga, es más grave. Las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres porque su uretra es más corta y está más cerca del recto. Esto facilita la entrada de bacterias a las vías urinarias.

Otros factores de riesgo son, por ejemplo, haber tenido una infección anterior, la actividad sexual, los cambios en las bacterias que viven dentro de la vagina (flora vaginal), el embarazo, la edad, los problemas estructurales en las vías urinarias, como agrandamiento de la próstata y la mala higiene, especialmente en los niños que están aprendiendo a ir al baño.

Dentro de los síntomas más frecuentes de este padecimiento se incluyen: dolor o ardor al orinar, micción frecuente, sentir la necesidad de orinar a pesar de que la vejiga esté vacía, sangre en la orina y presión o retorcijones en la ingle o la parte inferior del abdomen.

En el caso de infección en los riñones se puede presentar fiebre, escalofríos, dolor en la parte baja de la espalda o en el costado y náuseas o vómitos. En los niños pequeños, la señal más frecuente es la fiebre.

Además de los cuidados que deben tenerse con la higiene, con el uso adecuado de baños y la protección en la actividad sexual, la alimentación es clave para ayudar a prevenir el desarrollo de estas infecciones. Estos son algunos alimentos que deben incluirse en la dieta con este fin.

Arándanos rojos: estos frutos son ricos en taninos, quercitina y vitamina C que impide que la bacteria se adhiera a las mucosas del tracto urinario. Según una publicación del portal Cuerpo Mente, escrita por la dietista nutricionista, Martina Ferrer, estos frutos se pueden consumir en zumo, del cual se debe tomar un vaso al día.

Papaya: todos los alimentos de color naranja son ricos en betacaroteno, precursor de la vitamina A. Aquí se incluyen la papaya, la calabaza y la zanahoria, entre otros. Dado que esta vitamina tiene un papel importante en la salud del sistema inmunitario y en el fortalecimiento de las defensas es favorable para evitar las infecciones. La recomendación de la especialista es incluirla cuatro veces a la semana en batidos y ensaladas o consumir la fruta.

Brócoli: esta verdura trabaja directamente sobre el terreno ácido donde las bacterias proliferan. Esta propiedad es gracias a su riqueza en minerales, vitamina C y betacaroteno, que además fortalecen el sistema inmune, previniendo enfermedades. Según información del portal Alimente, del diario El Confidencial, de España, otros beneficios de este vegetal es que previene el estreñimiento y la anemia, mantiene los huesos fuertes y sanos y ayuda a desintoxicar el organismo.

Kéfir: en general, los alimentos probióticos pueden activar las defensas e impedir a las bacterias asentarse en el tracto urinario. Dentro de este grupo está el kéfir así como el yogur. Otras de las propiedades de estos alimentos es que previenen y tratan diarreas infecciosas, ayudan a reducir la inflamación intestinal y a disminuir los niveles de colesterol, menciona la mencionada fuente.

Espárragos: según Cuerpo Mente, estos alimentos son ideales para tratar y prevenir las cistitis por su riqueza en fibra y por su acción diurética. Es recomendable incluirlos en la dieta al igual que otros productos como pepinos, apio y peras. La recomendación es incluir en los alimentos un puñado cada dos días.