Cuando se habla del futuro de trabajo la gente piensa en el día en que la automatización y los robots lleguen a la oficina a quitarles el trabajo a los humanos. Muchos tiemblan de susto. Pero según Marcel Villegas, experto en el tema de la firma Deloitte en Chile, aunque la tecnología tendrá un protagonismo mayor en el trabajo, estos cambios no se deben ver como una amenaza. En el futuro habrá un poco de todo: las personas convivirán con robots, habrá inteligencia artificial, pero también habrá nuevas funciones para ellas. Todo eso tendrá un impacto, y las empresas y la sociedad tendrán que prepararse. Villegas habló con SEMANA.COM sobre estos y otros temas que se discutirán en Singularity, evento programado para los días 27 y 28 de noviembre en el centro de Convenciones Ágora de Corferias, en Bogotá. En video: ¿Cómo trabajaremos en el futuro? SEMANA: ¿Cuál será el cambio más radical? Marcel Villegas: Va a haber una transformación de las competencias que tenemos, va a haber una migración de actividades repetitivas a cargos con mayores niveles de análisis. Vamos a requerir de una gran transformación de competencias. SEMANA: ¿Los robots nos van a quitar el puesto? M.V.: Esta revolución no debe generar miedo porque la tecnología generará otros trabajos que antes no teníamos como operadores de drones, choferes de Uber, científicos de data, etc. En la misma medida la tecnología, a través de los robots o la inteligencia artificial, se va a hacer cargo de trabajos que antes realizábamos porque no teníamos la tecnología disponible. Por mucho tiempo nosotros hicimos el trabajo de las máquinas, ahora ellas harán lo suyo y nosotros haremos nuestro trabajo. SEMANA: Entonces no hay que temer… M.V.: No lo veo apocalíptico, pero si es desafiante. El susto se da porque la incorporación de la tecnología hoy es mucho más rápida que años atrás y por lo tanto genera tensión incorporarla en la organización y en la política pública. Va a haber puestos de trabajo que ya no se van a requerir y las máquinas, ya sean robots o inteligencia artificial, van a tomar su lugar y se requerirá que la gente haga una transformación de sus competencias. Es una tensión normal y esto ha pasado muchas veces en la historia, solo que hoy sucede a una velocidad más rápida. Las organizaciones asimilan esto mucho más lento y los reguladores de las políticas públicas aún más. Las personas con menos preparación van a estar más desafiadas que las que tienen mayor preparación. Le recomendamos: El robot que entró al equipo de la Supersociedades para asistir en pleitos mercantiles SEMANA: ¿Qué puestos van a desaparecer y cuáles aparecerán? M. V.: Desaparecen las actividades repetitivas que no tienen mayor capacidad de análisis, que son mecánicas, como por ejemplo, la conciliación de los estados bancarios pues con un software podremos hacerlo de manera automática. Las personas que antes lo hacían tendrán que evolucionar para poder hacer análisis respecto a temas financieros. Muchos cargos administrativos contables y otros tributarios desaparecerán, y el movimiento de cajas en las bodegas, que son mecánicos, serán hechos por robots. Y se crearán otros puestos como los científicos de datos que se dedicarán a programar lo que queremos que los robots hagan. Los choferes de Uber y de drones, son otros nuevos cargos. Se crearán nuevos puestos en el comercio electrónico, especialmente en lo que se conoce como despacho de última milla; habrá ‘shoppers’, que son compradores expertos. También habrá quien haga análisis de big data y cuando haya carros automáticos van a necesitarse diseñadores de interiores de los automóviles porque el concepto de ir dentro de un auto sin chofer cambiará por completo. SEMANA: ¿Estamos preparados para lo que se viene? M.V.: la sociedad está un poco rezagada. Tengo una hija de dos años y ella va a vivir entre 100 y 120 años. El paradigma actual es que los jóvenes salen a los 17 años y se van a estudiar a la universidad y trabajan en eso que estudiaron durante toda la vida. Pero esa estructura no funciona cuando la gente va a vivir 100 años o más. La gente tendrá que reinventarse a lo largo de la vida y van a establecer diferentes líneas de trabajo y de estudio porque si a los 22 años terminaste la universidad aún te quedan 100 años por delante. Ahora, la gente hoy estudia primero y luego trabaja, pero en el futuro se va a dar en paralelo, trabajaremos y estudiaremos y los empleadores estarán actualizando las competencias de su gente. Por último las tecnologías nos permitirán encontrar el conocimiento en muchos espacios y no solo en las universidades. Yo podré estudiar en Europa, en Estados Unidos y en Chile sin tener que estar viajando. Aún no está la regulación, pero eso va a generar un cambio importante. Le sugerimos: ¿Medalla a un robot? La curiosa condecoración de Federico Gutiérrez SEMANA: ¿La tendencia es a trabajar menos? M.V.: hay una hipótesis de que la tecnología nos permitirá tener más horas de ocio y por lo tanto trabajar menos. Ojalá sea así, pero yo creo que no va a ser así, sino que vamos a entender el trabajo de otra manera. Vamos a estar constantemente creando oportunidades. Lo que sí cambiará es la libertad del horario y el lugar donde trabajaremos. Tradicionalmente trabajamos en horarios entre las 8 de la mañana y las 5 y 6 de la tarde. Pero la verdad es que unos preferirán madrugar y trabajar hasta el mediodía y otros preferirán en la noche, mientras que otros por responsabilidades personales trabajan un poco en la mañana, otro poco en la tarde y también en la noche. La tecnología y la concepción del trabajo harán que hagamos un uso más libre del horario para trabajar libremente pero también para trabajar desde cualquier lugar. No necesariamente tendremos que ir a la oficina para hacer lo que podríamos hacer desde cualquier parte. SEMANA: ¿Ganaremos más dinero? M.V.: No te sabría decir, lo que aumentarán son las posibilidades de tener más acceso a distintas fuentes laborales, como Uber o ser shopper para cadenas de tiendas. Tradicionalmente entendemos que la fuerza laboral es un grupo de personas con contratos a término indefinido, pero en el futuro las empresas estarán conformadas por trabajadores indefinidos pero también por otros que trabajan parcialmente, ya sea unos días a la semana o solo las mañanas. Yo voy a poder tener trabajo remunerado, pero probablemente también tenga un Uber y además alquilaré mi apartamento, entonces el espectro de la diversidad de generación de ingresos va a cambiar. Soy optimista también y espero que el salario vaya mejorando. Pero creo que se van a mantener las brechas salariales, es decir, seguirá aumentado la diferencia entre los que menos ganan y los que más ganan. Lea también: ¿Reemplazarán los robots a los periodistas? SEMANA: ¿Qué consejo le daría a un joven de 15 años que está pensando en estudiar para ese futuro que está a la vuelta de la esquina? M. V.: Que tenga creatividad, que desafíe constantemente lo establecido, pero con respeto, las cosas no se tienen que hacer necesariamente como se hacen hoy. Los niños y jóvenes tienen otra mirada y debemos abrazarla. Ellos tienen una visión más positiva que la nuestra y con ellos vamos a crear nuevos puentes laborales. Que hagan lo que quieran pero en lo que escojan que sean los mejores. También es importante enseñarles lo que significa el compromiso.