El cilantro (Coriandrum sativum) es una hierba muy utilizada en la cocina de muchos países del mundo. Se caracteriza por su aroma y sabor fuerte, que hace que las comidas tomen un sabor delicioso y característico.
Para nadie es un secreto que este producto es vital en la culinaria, debido a que ofrece multitud de posibilidades. Desde preparar sopas con este ingrediente hasta complementar ensaladas u otro platos, el cilantro tiene un puesto privilegiado en la sazón.
El cilantro es de crecimiento anual y de climas mayormente templados o suelos húmedos. En ocasiones su crecimiento llega a darse de forma silvestre. Mide entre 30 y 60 centímetros de altura y presenta un tallo recto y hojas de color verde con un aroma muy intenso. Pose flores de color blanco o rosa pardo que suelen usarse para la decoración de platillos.
Mejor con Salud detalla los beneficios del cilantro. Esta hierba aromática que pertenece a la familia de las apiáceas y es similar al perejil, caracterizado por su tonalidad verde y propiedades aromáticas. Además, es considerado como un buen antiinflamatorio porque contiene propiedades antisépticas, es diurético y muy rico en vitamina C y K.
Los tocoferoles, quercetina y terpineno que contiene el cilantro, actúan como antioxidantes para combatir el daño celular causado por el estrés oxidativo. De igual manera, su alta concentración en aceite esencial de cienol y ácido linoleico lo hacen ser una gran apuesta a la hora de buscar efecto antiinflamatorio.
En materia de digestión, el cilantro también tiene propiedades interesantes, debido a que ayuda a reducir las flatulencias y mejorar la ingesta de alimentos al hacerlos menos pesados para el organismo. Su contenido de dodecenal lo convierte en un agente antimicrobiano, pues es capaz de eliminar bacterias comunes, como las que ocasionan infecciones del tracto urinario o la salmonella.
Las hojas de cilantro, y particularmente sus semillas, estimulan el proceso metabólico de glucólisis, mediante el cual la glucosa se transporta a las células para la obtención de energía. Por otro lado, la hierba aumenta la liberación de insulina, que cumple la importante función de llevar la glucosa a la sangre; además de promover la actividad enzimática que reduce los niveles de glicemia en la sangre.
A fin de cuentas, el cilantro es de las especias más utilizadas en la cocina por los beneficios mencionados anteriormente. Además de su uso frecuente para la preparación de diversos platillos, el cilantro también se ha usado para remedios caseros y cremas. Es un producto destacado por su versatilidad.
De igual manera, es una hierba que no cuenta con una prolongación de vida muy amplia, siendo usada poco después de comprarse. Tan solo dejarla mucho tiempo en el congelador generará que sus hojas verdes se vuelvan negras y, en consecuencia, la frescura se perderá por completo y la hierba será inútil, por el hecho que el sabor también se ve perjudicado.
A la par como ocurre con los aguacates, este fenómeno se debe por la bioquímica de la propia planta. En ese orden de ideas, ¿Hay alguna forma de conservarlo en óptimas condiciones así no se emplee al momento? Los expertos de la Universidad Industrial de Santander sostienen en su informe Guía de almacenamiento seco, refrigerado y congelado que el cilantro verde fresco tiene una vida útil de menos de tres días. Este deterioro se debe principalmente a reacciones inducidas por enzimas contenidas en la planta, especialmente peroxidasas como la polifenol oxidasa.
Cuando estas enzimas entran en contacto con el oxígeno ambiental, inician reacciones de oxidación que conducen al oscurecimiento de las hojas. Esto se conoce como pardeamiento enzimático. La humedad también es importante a este efecto.
Sin embargo, eso no quiere decir que el cilantro no se pueda usar después de ese tiempo. El informe plantea un truco para conservarlo por más tiempo. Por un lado, está almacenar las hojas de la planta en un recipiente. Bastará con lavar bien las hojas luego de separarlas del tallo, parte que tiende a deteriorarse con facilidad.
Las hojas deben ser cubiertas por un trozo de papel y ser ingresadas dentro de un recipiente de plástico herméticamente sellado en la nevera. De igual manera, para darle mayor conservación a las hojas, se pueden dejar en un recipiente con agua, pero cubriendo solamente la raíz y tallos. Acto seguido, todo se guarda en la nevera, siempre y cuando el agua se cambie cada dos días.
Con esos trucos el cilantro se conservará más tiempo del esperado, por lo que se le podrá sacar mayor provecho a las recetas.