Incluir verduras en la alimentación diaria es una decisión saludable. Estos productos le aportan al organismo diferentes nutrientes clave no solo para ayudar en su buen funcionamiento, sino para prevenir el desarrollo de algunas enfermedades.
Los vegetales son una importante fuente de fibra, agua, vitaminas y otros compuestos. Uno de los más comunes y que debería hacer parte de la dieta es la lechuga. Una de sus cualidades más importantes es que destaca por la cantidad de agua.
Además, el portal Cuerpo Mente asegura que está bien provista de minerales, especialmente de potasio (264 miligramos/100 gramos), de calcio (35 mg), de fósforo (26 mg) y de magnesio (16 mg), así como oligoelementos como el cobre, manganeso, níquel y zinc. También es un alimento fuente de vitaminas como la A, E y C, además de algunas del grupo B.
Algunos de los beneficios que le brinda al organismo están muy relacionados con su gran aporte de fibras y de antioxidantes, por lo que favorece la pérdida de peso, mejora la salud gastrointestinal y regula el azúcar en la sangre, precisa el portal de salud Tua Saúde.
Son diversas las bondades que se le atribuyen cuando de aportar a la salud se trata. Uno de sus beneficios es que es saludable para la digestión y para mejorar el tránsito intestinal.
Ayuda a eliminar heces acumuladas
El portal de estilo de vida unCOMO indica que esta hortaliza es rica en fibra soluble, especialmente de pectina, que ayuda a que la glucosa de este alimento se libere de forma más lenta y, por tanto, menos pesada de metabolizar.
Además, esa riqueza en fibra hace que la lechuga sea aconsejable para limpiar el organismo de forma natural ya que regula el tránsito intestinal propiciando su depuración interna y natural. Gracias, también, a su alto aporte en vitamina C este vegetal fomenta aún más la eliminación de toxinas.
En este línea Tua saúde asegura quepor ser rico en fibras y agua, este vegetal favorece el aumento del tamaño de las heces y las hidrata, facilitando su salida, siendo una buena opción para aquellas personas que sufren de estreñimiento.
Sin embargo, también por contener mucha fibra está desaconsejada para consumirla en la noche debido a que, si no se usan sus nutrientes, puede provocar gases e inflamación abdominal impidiendo que la persona pueda tener un buen descanso.
Buena para la retención de líquidos
De otra parte, el consumo regular de lechuga ayuda a disminuir la retención de líquido, ya que al ser un alimento rico en agua, ayuda a estimular la diuresis y favorecer la eliminación del exceso de líquido retenido en el organismo a través de la orina.
Adicionalmente, las fibras de la lechuga hacen que la absorción de carbohidratos en el intestino sea más lenta, evitando el aumento abrupto del azúcar en la sangre, por lo que es una opción recomendada para las personas diabéticas o prediabéticas.
La lechuga también resulta favorable para quien tiene entre sus planes bajar de peso. Este vegetal aporta pocas calorías y al ser rico en fibras, su consumo aumenta la sensación de saciedad, lo que hace que disminuya el hambre y las personas ingieran menos alimentos, favoreciendo así el deseo de perder unos kilos de más.
Por último, incluir este alimento en el marco de una dieta saludable es clave para prevenir el desarrollo de afecciones como la anemia debido a que contiene altos niveles de hierro. Este mineral es clave para aumentar los niveles de hemoglobina en los glóbulos rojos y, por tanto, contribuye a evitar el desarrollo de la mencionada enfermedad que suele causar efectos como mareos y debilidad.