La esclerosis múltiple (EM) no es muy frecuente en Colombia, pero es conocida por el alto costo de su tratamiento (alrededor de 4 millones de pesos mensuales) y porque es altamente incapacitante. Su diagnóstico ocurre entre los 20 y los 40 años, cuando el sistema inmune ataca la sustancia grasa que protege los nervios en el cerebro y la médula espinal. Ante esto, el paciente puede perder su capacidad para escribir, hablar o caminar.
Siempre se ha sospechado que esta enfermedad neurológica podría estar asociada a un virus muy común entre los humanos, el Epstein-Barr, y esta semana un reciente estudio publicado en la revista Science lo confirmó.
La fortaleza de la investigación reside en su vasta muestra de 10 millones de personas, en su totalidad miembros del Ejército de Estados Unidos, que pudieron ser analizadas durante dos décadas. Según el trabajo, realizado por expertos de la Universidad de Harvard, la mayoría de diagnosticados con EM tuvieron previamente el Epstein-Barr. Esta sería la evidencia más contundente del fuerte vínculo entre las dos enfermedades.
“Eso no quiere decir que el virus per se cause la enfermedad”, aclara el médico neurólogo Jaime Toro. “Es la reacción inmunológica que se produce ante el virus la que puede estar relacionada con la EM”, explica. Agrega que muy posiblemente esos anticuerpos se formaron temprano en la vida ante la exposición al virus. El Epstein-Barr, dice, infecta a casi toda la población en algún punto de sus vidas.
“Se le conocía como enfermedad del beso porque se transmite por la saliva”. Algunos se dan cuenta de la infección porque desarrollan mononucleosis infecciosa, pero para muchos es asintomática. No todos los que se infectan desarrollan EM y el virus permanece en el cuerpo de por vida.
Toro y su grupo de investigación hicieron en 2020 un trabajo que fue publicado en la revista Multiple Sclerosis and Related Disorders para mirar otro sospechoso en esta enfermedad: el bajo nivel de vitamina D.
Para este trabajo, los participantes tuvieron que someterse a pruebas de anticuerpos del Epstein-Barr “y verdaderamente encontramos que en el 80 por ciento de los pacientes con EM hay anticuerpos contra el virus”.
Para Toro, lo interesante del nuevo estudio es que, de todos los factores de riesgo para esclerosis múltiple, entre los que están la obesidad, el tabaquismo, el déficit de vitamina D y haber estado expuesto al virus de Epstein-Barr, el más prevalente es este último. También hay factores genéticos involucrados. El experto Anthony J. Reder, de la Universidad de Chicago, identificó 900 genes anormales en pacientes con EM. Asimismo se sabe que es más común en mujeres, por lo que el sexo desempeña otro papel. Pero según Alberto Ascherio, epidemiólogo de la Facultad de Salud Pública T. H. Chan de Harvard y autor del reciente estudio, ningún factor sobresale tanto como el virus de Epstein-Barr. De los 10 millones de participantes originales, 955 desarrollan esclerosis múltiple, y a 801 se les hizo el seguimiento y solo uno no estuvo contagiado con el virus.
Lo anterior no va a significar cambios en el tratamiento actual de esta enfermedad. Pero como todo hallazgo en la ciencia, se espera que en el futuro este resultado implique mejores procedimientos e incluso curas. Algunos grupos de investigación quieren ver si es posible tratar el EM combatiendo las células del cerebro que producen los anticuerpos para Epstein-Barr que están infectadas con ese virus. Otros están desarrollando vacunas contra Epstein-Barr, pero eso no significa que se vaya a controlar la aparición de la enfermedad. Con todo, lo más importante del hallazgo es que fue pillado el sospechoso de siempre.