SEMANA: El número de casos de cáncer va a ir en aumento. ¿Qué está haciendo la industria frente a ese reto? Rolf Hönger: Es una realidad, aunque no es algo que nos gusta. Hay que ver esto: algunos de los cánceres se pueden prevenir y otros como el de cérvix no deberían existir más por la vacuna. También sabemos que no fumar evita el cáncer, aunque no todos los cánceres de pulmón se deben a esto. Lo siguiente es cómo detectarlo más temprano, que también es importante. Hoy desde la industria hemos logrado que varios cánceres en fases tempranas se puedan curar, y podemos prolongar la vida de los pacientes. Las personas se van a morir de otra cosa. En otros pacientes está la posibilidad de mejorar la calidad de vida. Eso es lo que hoy podemos hacer: tratar ciertos tipos de cáncer en etapa crónica como lo hacemos con otras enfermedades como la diabetes tipo II y las cardiovasculares. SEMANA: ¿Ustedes si creen que alguna vez se curará el cáncer? R.H.: Si vemos la industria 25 años atrás, lo que tenían era paliativos y algunas quimios cuyos efectos secundarios eran graves. Pero hoy se puede hacer mucho con la medicina moderna, cosas como identificar los tumores para saber cuál es la mejor forma de tratarlos. Yo creo que estamos viendo un progreso muy fuerte que da una opción de vida para estos pacientes, pues cada vez logramos prolongar la vida más significativamente.  

SEMANA: ¿Qué historia de éxito tienen la industria en el tema del cáncer? R.H.: Hay historias como el cáncer de mama Her2 que hace unos años era el más agresivo de todos y hoy es el más tratable. Hace 20 años era la peor de las noticias que alguien recibiera este diagnóstico. Hoy, si es Her2 en fases tempranas, tenemos tasas de cura muy altas de sobrevida de más de 10 años en el 90 por ciento de los pacientes. En caso de cáncer metastásico podemos prolongar la vida cinco años con terapias combinadas. Hay un cambio fundamental en ese sentido. Y por eso creo que nos estamos acercándonos a nuestro objetivo: vivir más con esas enfermedades o curarnos y que la preocupación no sea el cáncer sino otras cosas de la vida. SEMANA: ¿cuál ha sido el mayor cambio en el diagnóstico?  R.H.: el mejor ejemplo es que cuando yo empecé en la industria, el cáncer de pulmón tenía dos subtipos y hoy sabemos que son 25 diferentes tipos de tumores que se llaman cáncer de pulmón. Son diferentes mutaciones que causan la enfermedad. Ese conocimiento que hoy tenemos cambió fundamentalmente. Inicialmente solo se sabía que había unas pocas quimioterapias para unos, quimioterapias para otros y eso era todo. Hoy sabemos que con el diagnóstico se puede hacer un panorama genético para saber qué tipo de cáncer es el que tiene el paciente y a partir de eso usar un medicamento que actúe sobre dicha mutación. Esto cambió la vida de los pacientes y también la práctica médica. Además fue positivo para el sistema de salud, pues no se usa el método de prueba y error sino que se sabe qué va a funcionar y cuál es la mejor opción.  SEMANA: ¿Cuál es el tratamiento más innovador que haya visto durante su estancia en esa compañía farmacéutica? R.H.: La inmunoterapia. Es estimular el sistema inmune del paciente para que sea el que luche contra el cáncer. Hoy vemos que la inmunoterapia combinada con una terapia dirigida promete mucho éxito. Hoy es de las opciones más interesantes porque se puede dirigir al paciente correcto. Es lo que llamamos la medicina personalizada. 

SEMANA: ¿la quimioterapia es mejor hoy? R.H.: Creo que hoy existen quimios que son menos tóxicas que las que se tuvieron inicialmente. Pero lo más interesante es que junto con la medicina dirigida se requieren menos dosis y el efecto es mejor. Todavía no estamos en el punto de la muerte de la quimio. Todavía es eficaz y funciona y tienen campo en la medicina actual SEMANA: Pero se sabe que hay algunas quimios que no dejan caer el pelo, ni producen nauseas… R.H.: Ya existen quimios que son orales y en vez de ir al hospital el paciente se toma una cápsula en su casa. Yo recibí una carta de un paciente de cáncer de pulmón ya muy afectado que recibía quimio tradicional en el hospital. Los familiares se preguntaban qué era peor, la enfermedad o la quimioterapia, porque cada vez que salía estaba dos o tres días muy mal. Pero el médico le hizo una prueba y tenía una mutación y lo cambiaron a medicamento oral. Ahí fue cuando recibimos la carta de agradecimiento. Era de su esposa: “Gracias por devolverme a mi esposo porque hoy tenemos una vida normal”. La segunda carta me emociono más porque el paciente pudo ir al matrimonio de su hijo con terapia oral. Murió después, pero la calidad de vida fue diferente que con quimioterapia en el hospital. Es una diferencia enorme para el paciente y para el sistema de salud.  SEMANA: ¿Qué es lo que más le sorprende que están saliendo hoy y qye se perfila como posibilidad médica en el futuro? R.H.: Una que podría cambiar la vida de los pacientes es la vacuna personalizada contra el cáncer. Trataré de explicar qué es: se sabe que si un paciente tiene una mutación o varias en su tumor, se podría sacar una muestra tumoral, mandar al laboratorio y hacer una vacuna dirigida para que actúe en ese paciente. Es una idea fascinante porque no existen dos tumores 100 por ciento iguales. A veces tienen la misma mutación pero tienen otros factores. Hacerlo así de personalizado es como un sueño. Los estudios clínicos ya están corriendo pero no sabemos cuándo va a ser realidad para los pacientes. SEMANA: ¿Qué es la medicina personalizada? R.H.: Que a cada paciente se les identifican las mutaciones que han causado su tumor y después el médico busca una terapia para las mutaciones que ese paciente tiene. Hoy se sabe que hay 350 diferentes mutaciones que pueden acontecer,  no hay terapias para todos pero en unas si se puede hacer terapia dirigida a esa mutación. 

SEMANA: ¿Esto aplica a otras condiciones? ¿Cada paciente es distinto? R.H.: Al final, las enfermedades tienen diferentes causas y lo que necesitamos es detectar para cada una cuál es realmente la causa y el medicamento que más va a funcionar. Un medicamentos para el dolor de cabeza a unos les funciona y a otros no.  Pero no en muchas hay un test genético, entonces estamos abocados al ensayo y error. SEMANA: ¿En dónde funciona muy bien la medicina personalizada? R.H.: En varias enfermedades. Por ejemplo en el cáncer de mama definimos el tipo her2, entonces creamos una terapia para eso; en cáncer de pulmón y en melanoma, si hay una mutación, también hay tratamiento específico; en cáncer de colon también sucede lo mismo. Con el tiempo vamos a aprender más y qué mutaciones causan lo que llamamos el cáncer. El mayor ejemplo es el cáncer de pulmón: hay 25 subtipos y son diferentes enfermedades.