Constantemente, se exhorta a los pacientes con enfermedades graves, o a los que no las tienen, a realizar actividades físicas que contribuyan en el tratamiento de su problema de salud, o quizá a que puedan prevenir algunas afecciones que cambien su calidad de vida.
Por ende, hacer ejercicio no consiste solo en acercarse a un gimnasio o salir a la calle a trotar, por ejemplo; existe un conjunto de hábitos que pueden contribuir de la mejor manera en la salud del cuerpo y de la mente.
Por esto, en un artículo publicado por Mejor con Salud y escrito por Andrés Felipe Cardona se enumeran algunos consejos que potencializan una actividad física.
Consulta médica
No todos los ejercicios son aptos para todas las personas, es decir, quienes tienen un diagnóstico de artritis reumatoide, pueden someterse a una hidroterapia, técnica acuática que ayuda a fortalecer las articulaciones. Asimismo, quienes tengan problemas cardiacos.
Por lo anterior, se recomienda consultar con un médico que, con la ayuda de un instructor fisco, podrá planear cuáles son las sesiones o ejercicios más aptos para cada persona, según su edad, cuerpo o hasta estilo de vida.
Cabe señalar que, tal y como lo señala la Clínica Mayo, existen ejercicios aeróbicos, como: correr, caminar o montar cicla. Otros, que requieren fuerza como el levantamiento de peso, en la mayoría de los casos, para llevarlo a cabo, se necesita frecuentar un gimnasio.
El precalentamiento
Para todos aquellos que habitualmente frecuentan un gimnasio han escuchado esta palabra “calentar”, misma que es fundamental para evitar cualquier lesión durante un entrenamiento que, tal vez, pueda requerir de mayor esfuerzo.
Por lo anterior, el sitio web recomienda hacer entre 5 y 15 minutos precalentamiento, el cual se puede realizar en una máquina caminadora, por ejemplo.
El uso de las prendas correctas
Cabe destacar que lo anterior no solo se refiere durante el ejercicio, sino que los hábitos mencionados son importantes antes, y después del mismo, que contribuyen a la salud del cuerpo.
Continuando, el uso de las prendas correctas es indispensable porque muchas de ellas son especializadas para rutinas de ejercicio que contrarrestan la sudoración, por ejemplo.
En el mercado existe una lista de opciones de tenis, según cada deporte: para correr, para escalar o para jugar fútbol. Es tan importante escoger el tipo de calzado porque este puede mitigar el impacto que hay en el golpe del suelo sobre las rodillas.
Un plan alimenticio adecuado
Las frutas y las verduras son fundamentales para el cuerpo ya que son ricas en vitaminas y minerales que lo fortalecen y protegen; sin embargo, una dieta balanceada, a horas adecuadas, puede ayudar a mejorar la resistencia en un entrenamiento.
Por esto, lo más recomendable es consultar con un nutricionista e informarle el propósito por el cual se hace ejercicio.
A lo anterior, se suma el horario de la ingesta de alimentos, lo que quiere decir que no es aconsejable comer sobre la hora que se va a iniciar la actividad física.
La higiene de las máquinas
Aunque puede ser obvio limpiar una máquina o elemento que se va a utilizar antes de un ejercicio, la realidad es que son pocas las personas que lo hacen, colocando en riesgo su salud, ya que un virus puede estar circulando en el ambiente.
A esto se suma no compartir la bebida de hidratación o la toalla que se usa para limpiar el sudor, siendo de uso exclusivo.
Por último, y sin ser el menos importante, tomar un baño después del entrenamiento es fundamental para la recuperación del cuerpo y para el aseo del mismo.