Si uno de los propósitos de la vida o de lo que queda de año es la pérdida de peso, tendrá que llevar a cabo una dieta hipocalórica. Sin embargo, ¿qué son las dietas hipocalóricas? Son aquellas en las que ingieren menos calorías de las que se gastan a lo largo del día. Lo primero que se debe realizar para una dieta hipocalórica es saber la necesidad de calorías diarias.

Eso se puede averiguar conociendo el gasto metabólico basal y sumándole las calorías que se gasta a través de la actividad física diaria y de la actividad deportiva.

Asimismo, el gasto metabólico basal depende de diferentes factores, como pueden ser la altura y el peso de cada persona. Además, influyen otras razones, como por ejemplo la edad. Según van pasando los años, este gasto metabólico basal tiende a ser más bajo.

Otros factores a tener en cuenta son la cantidad de masa muscular que se posee (a mayor masa muscular, mayor gasto metabólico, ya que el músculo consume más energía que la grasa), la temperatura corporal o el buen funcionamiento del sistema hormonal.

Una fórmula sencilla que se puede llevar a cabo, con el propósito de calcular el gasto metabólico basal de forma aproximada, es la ecuación de Harris-Benedict:

Metabolismo basal en hombres: 66,473 + (13,751 x peso en kg) + (5,0033 x estatura en cm) – (6,7550 x edad en años)

Metabolismo basal en mujeres: 655,1 + (9,463 x peso en kg) + (1,8 x estatura en cm) – (4,6756 x edad en años)

Cabe mencionar que al resultado se deberá sumar el gasto calórico derivado de la actividad física diaria y el derivado de la actividad deportiva.

Una vez conseguido ese resultado, se puede organizar la dieta rebajando las calorías para así bajar de peso. No es recomendable rebajarlas demasiado para mantener una dieta saludable, para no caer en el temible efecto rebote. Se recomienda que el aporte calórico esté en 200 o 300 calorías al día es más que suficiente.

Dietas hipocalóricas

Se ha mencionado en diferentes ocasiones que no hay una dieta hipocalórica estándar para todo el mundo, ya que cada uno tiene necesidades calóricas diferentes en función de su edad, sexo, actividad diaria y altura.

Es por eso que es importante que se acuda a un profesional sanitario de referencia, para que estudie el caso personalmente y ofrezca una dieta personalizada y dieta personalizada y adaptada a las necesidades y objetivos personales.

Algo común a la mayoría de dietas hipocalóricas es la inclusión de gran cantidad de frutas y verduras ¿Por qué se hace esto? Además, de su gran aporte de micronutrientes, como las vitaminas, tanto las frutas como las verduras son alimentos con una muy baja densidad calórica, lo que significa que aportan muy pocas calorías en un volumen de alimentos muy grande, de modo que sirven para sentirse más saciados y para consumir un total menor de calorías al final del día.

Asimismo, los productos ultraprocesados como los snacks, los paquetes, entre otras, tienen una densidad calórica mucho mayor, es decir, que aportan mucho más calorías en un volumen de producto muy pequeño, así que no ayudan a saciar y suman un total calórico muy alto al final de la jornada. Además, muchas de estas calorías, como la de los paquetes o gomas, están vacías de nutrientes, por lo que no son interesantes en una dieta hipocalórica ni en una dieta saludable.

Lo mismo ocurre con el alcohol, ya que realiza un gran aporte de energía en dosis muy pequeñas y que no son nada saciantes, por ser líquidas y no ser masticadas.

Así debe ser una dieta hipocalórica

La clave para que una dieta hipocalórica sea efectiva es que aporte menos calorías de las que se necesitan a lo largo del día, No obstante, la dieta debe tener un buen reparto de macronutrientes y micronutrientes.

Consumir alimentos en lugar de productos procesados, aumentar el consumo de frutas y verduras, y cocinar los propios platos en casa son buenos consejos a tener en cuenta a la hora de seguir una dieta hipocalórica.