Diarrea de más de cuatro semanas, sangrado en la deposición y dolores abdominales muy intensos son algunos de los principales síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que afecta a 86 de cada 100.000 habitantes en Colombia (el 58 % de los casos son mujeres).

El término enfermedad inflamatoria intestinal (EII) realmente se emplea para agrupar dos afecciones: la colitis ulcerativa, que compromete todo el colon y el recto, y la enfermedad de Crohn, que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, pero en la que el colon y el íleon terminal (último tramo del intestino delgado) son las localizaciones más frecuentes.

“Las dos enfermedades se caracterizan por producir inflamación y llagas que impiden la digestión de los alimentos. Esta situación termina en una disminución significativa del peso y, si no se le da un manejo adecuado, se pueden presentar complicaciones como perforaciones intestinales o infecciones generalizadas”, explica Viviana Parra Izquierdo, reumatóloga y gastroenteróloga del Hospital Internacional de Colombia (HIC).

Aunque es conocido que la enfermedad surge como consecuencia de una respuesta inadecuada del sistema inmune, aún no se sabe con exactitud cuál es el detonante de esta falla ni por qué afecta más a las mujeres.

“Se han documentado múltiples genes que pueden ser responsables en parte de esta enfermedad. Sin embargo, esto puede estar asociado también a alteraciones medioambientales, como son las exposiciones a determinados virus o bacterias”, asegura Parra Izquierdo.

Pese a que el origen de la patología está por ser determinado, los especialistas recomiendan evitar el cigarrillo, uno de los disparadores de las enfermedades mediadas por el sistema inmunológico; disminuir o cancelar el consumo de alcohol, y llevar una dieta con bajos niveles de grasa, preservantes y conservantes, porque la obesidad es una condición proinflamatoria.

El término de enfermedad inflamatoria intestinal realmente se emplea para agrupar dos afecciones: la colitis ulcerativa, que compromete todo el colon y el recto, y la enfermedad de Crohn, que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo. | Foto: BSIP/UIG Via Getty Images

En el caso de que ya se cuente con el diagnóstico de la enfermedad, hay a disposición diferentes tratamientos como medicamentos antiinflamatorios orales, inhibidores del sistema inmunitario, medicamentos biológicos, antibióticos y, en casos muy avanzados, la cirugía.

“Aunque actualmente la enfermedad no tiene cura, sí podemos mejorar la calidad de vida para nuestros pacientes. Por ello es importante que se consulte de forma oportuna ante cualquier síntoma”, aconseja la especialista del HIC.

Otras pautas para prevenir estas enfermedades, según los expertos, pueden ser:

  • Comer pequeñas porciones y con mayor frecuencia. Realizar al menos cuatro o cinco ingestas al día y acordarse de masticar bien y despacio los alimentos.
  • Controlar el estrés. Los problemas intestinales pueden empeorar si no se maneja el estrés en circunstancias y momentos problemáticos.
  • Beber abundante agua simple.
  • No ingerir alimentos en lugares con higiene deficiente, con el fin de evitar el contagio de bacterias y parásitos perjudiciales.
  • Evitar el uso durante un largo plazo de medicamentos que puedan irritar el estómago.
  • No pasar periodos largos de ayuno.
  • Evitar ciertos medicamentos. La recomendación de los especialistas es no tomar ácido acetilsalicílico (aspirina), ni fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno y el naproxeno sódico porque pueden ser lesivos para el sistema digestivo.