Con los años, los carros necesitan ir cada vez más al taller. Pero, por lo general, empiezan a fallar por una sola parte: la caja de cambios o el motor, por ejemplo. Con el ser humano pasa lo mismo. Ninguno saca la mano igual que otro, y cada cual tiene una parte del cuerpo que envejece más pronto. Lo descubrió Michael Snyder, un experto en genética de la Universidad de Stanford, en un experimento que publicó en la revista Nature Medicine. Snyder identificó cuatro perfiles de envejecimiento: el inmunológico, el del riñón, el del hígado y el metabólico. Solo una de las personas estudiadas resultó tener un envejecimiento tipo cardio, pues el corazón se afectó más por los años que otros órganos del cuerpo. Por esta razón, el científico cree que hay más tipos, aunque se necesitan más investigaciones para detectarlos.
Para el estudio, Snyder analizó a profundidad y durante 24 meses a 106 personas entre 29 y 75 años. Secuenció sus genomas y revisó cada mes muestras de sangre, orina y heces así como del tejido nasal. Buscaba determinar los cambios en las proteínas, metabolitos y el microbioma de cada uno para notar los más significativos. Pese al corto tiempo notó que todos sufrieron transformaciones e identificó los órganos más proclives a esos cambios. “Resultó que todos somos distintos y tenemos un perfil para envejecer muy personal”, dice el experto. Una persona con envejecimiento metabólico, por ejemplo, tendrá más riesgo de sufrir de presión arterial alta, hiperglicemia y obesidad abdominal, lo que se conoce como síndrome metabólico. En el aspecto más interesante del trabajo, Snyder pudo ver las modificaciones en cada órgano a un nivel molecular, mucho antes de aparecer los síntomas. Con esa información, la gente podría variar el estilo de vida y retardar la aparición de los problemas en dicho órgano. “Identificar esas partes es importante para enfocarse en ellas”, señaló el científico.
La mala noticia es que un cuarto de los participantes tuvieron un deterioro en cada una de las categorías. Tampoco se sabe si uno de estos perfiles es más rápido que otro. Pero el experto señala que el tipo metabólico podría ser el más difícil porque impacta todos los órganos del cuerpo y provoca más problemas de salud. Lo mismo sucede con el inmunológico, pues este sistema protege de enfermedades y, al fallar, la persona quedaría más expuesta a ellas. Snyder dice que existen muchos interrogantes sin responder. Confía en que en un futuro no muy lejano las personas puedan acceder a estos perfiles y adopten estrategias preventivas. “La idea es mantener a la gente más saludable en lugar de esperar a curarla cuando se enferma”, concluye el genetista. n Los cuatro jinetes del envejecimiento El deterioro del cuerpo puede llegar por cuatro formas distintas: Metabólico Estas personas desarrollan desórdenes como el síndrome metabólico y diabetes tipo II. El antídoto para ellos sería hacer ejercicio a diario y llevar una dieta saludable.
Hígado Cuando este órgano envejece, puede provocar enfermedades relacionadas con él y problemas de metabolismo. Hay que mantenerse lejos del alcohol, tener el peso saludable y no fumar. Riñones Tienen riesgo de tener función renal disminuida. Para evitarlo se debe tomar mucha agua, reducir el consumo de alcohol y chequear la tensión arterial.
Inmunológico Tienen proceso de inflamación, lo cual acelera la senectud. El experto recomienda una dieta rica en antiinflamatorios, como el comino, el jengibre y la cúrcuma.