Con el paso de los años va llegando el envejecimiento, el cual se refleja en muchos lugares y órganos del cuerpo, uno de ellos es la piel. El envejecimiento intrínseco o interno está programado por la genética. Por otra parte, el extrínseco o externo depende de la exposición a algunos factores como los rayos UV y la polución. Además, el estilo de vida también influye, por eso el tabaco, la alimentación, sueño y el estrés juegan un papel importante.
El portal Revista Única reveló cinco factores que pueden acelerar este proceso en el cuerpo:
Comer harinas refinadas todos los días: alimentos como el pan blanco, la pasta y el arroz, al ser ricos en almidones de rápida absorción, son poco beneficiosos para la salud.
Lo anterior acelera el envejecimiento, puesto que causa inflamación de los tejidos. Los especialistas recomiendan reemplazar estos productos por granos integrales sin procesar. Los cereales integrales combaten el proceso de glicación y, entre otras cosas, son muy beneficiosos para el sistema digestivo.
Consumo excesivo de azúcar: las moléculas de azúcar se pegan en las fibras de colágeno y hacen perder la elasticidad de la piel, sumado a que se pueden presentar otros inconvenientes como el acné.
El consumo habitual de comida rápida: el comerlas de vez en cuando no son un problema grave, pero seguido sí puede presentarlo, pues estos productos contienen ácido araquidónico, un tipo de grasa proinflamatoria que se asocia en gran medida con la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y los problemas digestivos.
Beber cafeína a diario: estudios han mostrado que el consumo frecuente de esta incrementa los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que hace que el cuerpo produzca más insulina, y haya una subida de la inflamación celular y la alteración de la barrera cutánea.
Fumar: esta práctica no solo hace mal a la piel, sino que también afecta otras partes. Estudios demuestran que los párpados superior e inferior de personas fumadoras se caen antes y aparecen más arrugas alrededor de la boca.
Factores intrínsecos y extrínsecos que influyen en el envejecimiento
En el portal The chemist look indican que el envejecimiento intrínseco tiene unos factores como el tono. Los especialistas señalan que está demostrado que el pigmento de la piel (melanina) la protege del daño solar. “Por eso, las pieles oscuras tienen un mejor envejecimiento que las claras”, además, la segunda tiene más riesgo de cáncer de piel.
El tamaño de la piel, debido a la anatomía del cuerpo, también varía según el envejecimiento. “La epidermis (capa más superficial) en el párpado mide menos de medio milímetro, mientras que la de la planta del pie mide hasta 6 mm”, explica el sitio web The chemist look.
El tema hormonal también es un aspecto fundamental en el envejecimiento, pues, en la menopausia, los expertos de The chemist look señalan que “el descenso de estrógenos provoca una piel fina y seca”.
Los factores externos son los que más daño le causan a la piel, asimismo, son los que más se pueden llegar a prevenir.
De acuerdo al mencionado portal, la generación de los ‘baby boomers’ (nacidos entre 1945 y 1965) vivió su juventud en una época en la que no se tenía muy en cuenta el cuidado de la piel de los rayos del sol, una situación que “se asocia con un aumento en la frecuencia de cáncer de piel en los últimos años”.
La radiación solar es el factor que más afecta el envejecimiento. Mientras que los UVB es la que hace que la piel se ponga, además de ser la principal causa del cáncer de piel. Los especialistas indican que estos rayos dañan “de forma directa el ADN de las células, alterándolo e interactuando con la epidermis, que es la capa más superficial de la piel”, explican en el mencionado sitio web.