La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la actividad cerebral se vuelve anormal, lo que provoca convulsiones o períodos de comportamientos o sensaciones inusuales y, a veces, pérdida de conciencia, de acuerdo con Mayo Clinic.

Además, la epilepsia afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las razas, orígenes étnicos y edades.

Debido a que la epilepsia se produce a causa de la actividad anormal del cerebro, las convulsiones pueden afectar cualquier proceso que este coordine. Algunos de los signos y síntomas de convulsiones son:

  • Confusión temporal.
  • Episodios de ausencias.
  • Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas.
  • Pérdida del conocimiento o conciencia.
  • Síntomas psíquicos, como miedo, ansiedad o déjà vu.

Los síntomas varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los casos, una persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de convulsión en cada episodio, de modo que los síntomas serán similares entre un episodio y otro.

Generalmente, los médicos clasifican a las convulsiones como focales o generalizadas, en función de cómo comienza la actividad cerebral anormal.

Las convulsiones que aparentemente se producen a causa de actividad normal en una sola parte del cerebro se denominan ‘convulsiones focales (parciales). Estas convulsiones se agrupan en dos categorías:

  • Convulsiones focales sin pérdida del conocimiento. Estas convulsiones, antes llamadas ‘convulsiones parciales simples’, no causan pérdida del conocimiento. Pueden alterar las emociones o cambiar la manera de ver, oler, sentir, saborear o escuchar. También pueden provocar movimientos espasmódicos involuntarios de una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna, y síntomas sensoriales espontáneos como hormigueo, mareos y luces parpadeantes.
  • Convulsiones focales con alteración de la conciencia. Estas convulsiones, antes llamadas ‘convulsiones parciales complejas’, comprenden pérdida del conocimiento o conciencia, o un cambio en ellos. Durante una convulsión parcial compleja, puedes mirar fijamente en el espacio y no responder a tu entorno o realizar movimientos repetitivos, como frotarte las manos, mascar, tragar o caminar en círculos.

Los síntomas de las convulsiones focales pueden confundirse con otros trastornos neurológicos, como migraña, narcolepsia o enfermedades mentales. Se deben realizar análisis y un examen minucioso para distinguir la epilepsia de otros trastornos.

Por su parte, Las convulsiones que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro se denominan convulsiones generalizadas. Existen seis tipos de convulsiones generalizadas.

  • Las crisis de ausencia, previamente conocidas como convulsiones petit mal, a menudo ocurren en niños y se caracterizan por episodios de mirada fija en el espacio o movimientos corporales sutiles como parpadeo o chasquido de los labios. Pueden ocurrir en grupo y causar una pérdida breve de conocimiento.
Cabeza humana con actividad cerebral | Foto: Getty Image
  • Crisis tónicas. Las crisis tónicas causan rigidez muscular. Generalmente, afectan los músculos de la espalda, brazos y piernas, y pueden provocar caídas.
  • Crisis atónicas. Las crisis atónicas, también conocidas como convulsiones de caída, causan la pérdida del control muscular, que puede provocar un colapso repentino o caídas.
  • Crisis clónicas. Las crisis clónicas se asocian con movimientos musculares espasmódicos repetitivos o rítmicos. Estas convulsiones generalmente afectan el cuello, la cara y los brazos.
  • Crisis mioclónicas. Las crisis mioclónicas generalmente aparecen como movimientos espasmódicos breves repentinos o sacudidas de brazos y piernas.
  • Crisis tonicoclónicas. Las crisis tonicoclónicas, previamente conocidas como convulsiones de gran mal, son el tipo de crisis epiléptica más intenso y pueden causar pérdida abrupta del conocimiento, rigidez y sacudidas del cuerpo y, en ocasiones, pérdida del control de la vejiga o mordedura de la lengua.

La epilepsia no tiene una causa identificable en casi la mitad de las personas que padecen la enfermedad y en la otra mitad de los casos, la enfermedad puede producirse a causa de diversos factores, entre ellos:

  • Influencia genética.
  • Traumatismo craneal.
  • Enfermedades infecciosas.
  • Lesiones prenatales.
  • Trastornos del desarrollo.

Hay que señalar que los médicos generalmente empiezan por tratar la epilepsia con medicamentos. Si los medicamentos no curan la enfermedad, los médicos pueden proponer una cirugía u otro tipo de tratamiento.